La utilización de pienso esterilizante para el control de la población de palomas, un sistema iniciado en once puntos de la ciudad desde 2020 ha conseguido reducir en un 60% la población de estas aves en Palma.
De esta forma, el primer censo de palomas urbanas realizado en la ciudad en 2020 indicaba la existencia de un total de 21.907 ejemplares de estas aves, en 2021 después de un año de utilizar en once puntos de la ciudad pienso esterilizante, que impide la eclosión de los huevos y el nacimiento de más ejemplares, se consiguió que la población de estas aves se redujera en un 44% hasta alcanzar la cifra de 11.611 ejemplares. Según los datos del último censo realizado por la empresa Lokímica que tiene adjudicado el control de plagas, en diciembre del año pasado el número de estas aves era de 8.960, lo que supone un 22% menos que en 2021 y un 60% inferior al del primer censo realizado en 2020.
Según el nuevo director general de Salud del Ayuntamiento de Palma, Jesús Granados, quien el pasado mes de diciembre sustituyó al anterior Joaquin de María tras su dimisión del cargo por motivos personales, aún no se ha alcanzado la población óptima de palomas ya que esta en el caso de una ciudad como Palma los técnicos calculan que debería reducirse en otros 2.000 ejemplares más, al tiempo que se vigila que no se produzca una aglomeración de estas aves en un determinado punto de la ciudad que provoquen problemas de suciedad, sanitarios o de conservación del patrimonio.
En la elaboración del último censo se ha constatado la existencia en la ciudad de 58 «puntos críticos» por lo que respecta a la presencia de palomas, que son aquellos en los que se observa más de 10 ejemplares.
El más numeroso es del de la plaza de España, zona en la que se ha contabilizado una presencia permanente de 91 ejemplares, seguido del parque de Son Peretó con 59, la esquina de las calles Infant Pagá con Joan de Austria con 57 y una zona de la calle Manacor situada junto a las Avenidas y en la calle Manuel Azaña con 48 ejemplares en cada uno. También se han detectado más de 40 palomas en Cardenal Rosell (junto a la vaquería), el parque Wifi, s’Escorxador.
En la plaza Progrés, el parque de Can Simonet, la zona de la estación del Parc de les Estacions, la iglesia del Coll den Rabassa y la plaza París el número de palomas censadas supera los 30 ejemplares, mientras que en la plaza Verge del Miracle, el parque de Sa Feixina, la plaza dels Mínims, Santa Elisabeth, Alexandre Jaume, la zona del parque infantil del Parc de les Estacions, la zona de juegos infantiles de sa Feixina, junto a la fuente del Parc de les Fonts, la calle General Ricardo Ortega, la plaza Nova Ferreria, Alexander Fleming, la zona infantil de Polvorí y la esquina de Anselm Turmeda con la calle Domenge, se sitúa entre los 20 y 30 ejemplares.
En otras 22 zonas de la ciudad entres las que se incluyen la calle Caracas, el castillo de Bellver, las inmediaciones del Auditorium, la plaza del Comtat del Rosselló, la calle Sínia d’en Gil, la plaza del Oliver o el Paseo Mallorca se contabilizaron poblaciones de estas aves de entre 20 y diez ejemplares.
Por último en Joan Alcover, el Temple, la plaza de Barcelona, la plaza del Obelisco, Porta de Santa Catalina, la plaza de Santa Pagesa, del Hospital y en el Molí d’en Garleta las poblaciones existentes incluyen a una decena de ejemplares.
El número de palomas contabilizadas en estos 58 puntos críticos suman un total de 4.834 ejemplares, que representa el 53% de la población contabilizada que alcanza la suma de 8.960 aves. Lo anterior significa que prácticamente la mitad de la población censada vive en otros puntos de la ciudad que no son considerados «críticos» por tener menos de 10 ejemplares, lo que da una idea de la gran dispersión de la población.
