Más de 3.600 toneladas de residuos, en concreto 3.617,83, la mayoría escombros, restos de construcción y demolición y voluminosos, así como 24 toneladas de fibrocemento y más de 50 de otros residuos considerados peligrosos han sido retirados en los últimos meses por la Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) de un solar situado en Son Güells.
La empresa municipal ha procedido a su limpieza por orden judicial. El coste de la actuación, que finalmente ha sido de 364.904,28 euros será reclamado a la propiedad de este solar de 25.000 metros cuadrados situado en la zona del Estadi Balear, entre el torrente de na Bàrbara y la finca de Son Fornari.
Los trabajos finalizaron la semana pasada y han consistido en la retirada de los residuos acumulados durante años, su recogida, clasificación y transporte a las plantas de tratamiento.
Tal como ha recordado el teniente de alcalde de Medio Ambiente y presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, quien esta mañana ha visitado el solar, esta área tiene un expediente abierto por vertido ilegal de residuos en este solar desde el año 2016, como consecuencia de un informe elaborado por la Policía Local. En el marco de la tramitación de este expediente el Ayuntamiento solicitó una investigación al SEPRONA de la Guardia Civil en septiembre de 2020.
El Seprona procedió a la detención de hasta seis personas por los vertidos ilegales que se realizaban en este solar y, ante los riesgos de contaminación como consecuencia de la acumulación de residuos, la generación y filtración de lixiviados, la proximidad al torrente de na Bàrbara y el riesgo de incendios, el juzgado de instrucción número 4 instó al Ayuntamiento de Palma a realizar la limpieza subsidiaria del solar, debido a la no actuación del propietario y los responsables de los vertidos.
Inicio de la actuación el pasado septiembre
En septiembre del año pasado el Ayuntamiento de Palma adjudicó la retirada, transporte y tratamiento de los residuos depositados en este solar y Emaya asumió la dirección y supervisión de la limpieza.
Previamente el Ayuntamiento había procedido al cierre del solar en diciembre de 2021, con el fin de evitar más vertidos, al tiempo que Emaya realizó los trabajos de desbroce, imprescindibles para facilitar la limpieza y retirada de los residuos.
Desde la empresa municipal se recuerda que la limpieza se inició el pasado mes de septiembre una vez cumplimentados los requisitos necesarios para llevar a cabo una actuación de esta magnitud, ya que la presencia de residuos peligrosos necesitaba disponer de un plan de trabajo, de seguridad laboral y autorizaciones de transporte específicos. Desde Emaya también se reclamó al juzgado que ordenó las actuaciones que quedara claro que la limpieza se realizaba por parte del Ayuntamiento de forma subsidiaria, requisito imprescindible para reclamar posteriormente a la propiedad el coste de la actuación.
La retirada se ha realizado de acuerdo con la metodología y las medidas de prevención y protección técnica y organizativas recogidas en el Plan específico de retirada de amianto, aprobado por la dirección general de Trabajo y Salud Laboral. Por ello, se dividió el solar en cuatro áreas y se procedió a la clasificación y transporte de los materiales a las plantas de tratamiento.
Variedad de residuos
Los residuos más abundantes han sido los de construcción y demolición, aunque también había una gran cantidad de voluminosos como maderas, plásticos o muebles, entre otros, así como electrodomésticos, neumáticos, vehículos, embarcaciones y piezas de coches, bidones y bombonas. También se han retirado 24 toneladas de fibrocemento y 51 de otros residuos peligrosos.
Ahora se colocarán barreras de hormigón con el fin de impedir el acceso de vehículo al solar y evitar nuevos vertidos.
Según Perpinyà, el coste final de la limpieza ha sido muy inferior al de 1,1 millones calculado en un primer momento debido "al buen trabajo de las personas, administraciones y empresas implicadas en esta actuación".
Se ha informado de los trabajos realizados tanto al juzgado de instrucción como al servicio de residuos del Govern balear y al SEPRONA, que determinarán los pasos a dar a partir de ahora: analíticas del terreno y posibles actuación en las edificaciones existentes debido a su estado de ruina, entre otras.
