Los vecinos de Cala Major denunciaron ayer al Diario de Mallorca que están «hartos de la suciedad» que dejan algunos residentes irresponsables en las calles donde se encuentra la Fundació Miró Mallorca.

Múltiples bolsas de basura se acumulan a las afueras del museo y el olor se vuelve algo insoportable. Esta estampa se repite continuamente y deja en muy mal lugar la zona residencial y a la Fundación.

Esta última ha denunciado estos hechos en múltiples ocasiones, pero sin ningún resultado. Por este motivo, hartos de esta dejadez por parte de los responsables competentes, desde la Fundación decidieron instalar varias cámaras para disuadir a los vecinos irresponsables de tirar las bolsas en mitad de la calle. Pero esta idea no ha servido de nada ya que la situación no ha cambiado y todo sigue igual.

Los vecinos afectados explicaron que hay «suficientes contenedores pero están muy mal señalizados y la gente se conforma y deja las bolsas de basura por donde encuentra».

Estos hechos incívicos han sido denunciados en múltiples ocasiones tanto por los vecinos como por la Fundación pero «no hay sanciones» y las calles siguen acumulando basura.

«La impunidad, la dejadez y la falta de sanciones, hace que se produzcan estos desmadres», concluían los vecinos de Cala Major.