Vienen del lejano Oriente, pero no se retrasan ni un minuto. Los Reyes Magos desembarcaron ayer por la tarde en Palma ante una inmensa multitud de ciudadanos arrimados a la vereda del puerto para ver la llegada en primer plano.

Después de una larga travesía a bordo del barco de época Rafel Verdera, Sus Majestades fueron recibidos con una larga y sentida ovación. La digestión se hizo ayer en el Moll Vell, donde algunas familias llevaban desde antes de las cuatro esperando a los protagonistas para conseguir el mejor puesto en primera fila.

El alcalde de Palma, José Hila, les recibió nada más llegar, y en su discurso, aseguró que «todos los niños y niñas de Palma se han portado súper bien y merecen un regalo». Además de pedir a los Reyes que se pasaran por todos los hogares esa noche, su deseo también fue «que todos los niños del mundo puedan tener su regalo y, sobre todo, que puedan jugar en paz y se acaben las guerras».

Gaspar, por su parte, confesó que los tres han estado «impacientes» por tener la oportunidad de volver a Palma. «Hemos leído vuestras cartas y escuchado vuestros deseos», anunció, si bien avisó que los niños desobedientes encontrarían carbón al día siguiente en sus árboles de Navidad.

La Cabalgata partió con algo de retraso, según el ayuntamiento de Palma, porque en el Moll Vell había mucha gente y los Reyes no quisieron escatimar en saludos a todos los pequeños. Partieron del puerto alrededor de las 18:40 horas junto a las 13 carrozas que animaron la comparsa, este año inspiradas en los juguetes modernos.

Entre ellas destacó la bailona charanga de Wally o la de Alicia en el País de las Maravillas. La Barbie ‘Penélope Glamour’ también gustó mucho, y entre otras novedades, los caballos blancos de luces y el dragón hinchable de dos cabezas dejó pasmados a los niños a su paso. Al frente de la comitiva estaba la Policía Montada, y también los Gegants y Capgrossos de la Sala, que salieron del vestíbulo de Cort para hacer reír a los pequeños con sus gigantescas cabezas.

Aunque Sus Majestades ya son unos expertos en convertir cada cinco de enero en una noche de magia e ilusión, de buen seguro van a recordar con especial cariño esta cabalgata por haber recuperado las sonrisas en los rostros de los pequeños, que por primera vez después de la pandemia no estuvieron tapadas con mascarillas. Se notó que había muchas ganas de regresar a la normalidad; la de ayer fue una de las cabalgatas más multitudinarias. Más de 150.000 personas siguieron el desfile en las calles del centro de Ciutat.

Sin embargo, con permiso de Melchor, Gaspar y Baltasar, en esta cabalgata los verdaderos reyes de la fiesta fueron los caramelos. Como no pudieron lanzarse el año pasado por la situación sanitaria, este año han regresado a lo grande: unos 2.000 kilos de caramelos y golosinas se arrojaron desde las carrozas. Desde luego, los niños enloquecieron con tanto dulce y en algunos puntos incluso hubo pugnas por atraparlos. Algunos incluso fueron preparados con bolsas de plástico para guardarse el dulce botín.

Pasadas las ocho de la tarde, la comparsa y Sus Majestades concluyeron el recorrido. Como es habitual, los Reyes y sus pajes quisieron subir al balcón del Casal Solleric para mandar saludos y besos al público desde lo alto del edificio. En el Paseo del Borne, miles de personas mostraron fervientes su cariño.

La Cabalgata acabó poco antes de las nueve de la noche y los Reyes se retiraron a continuar con su ardua jornada de trabajo. Hoy se han marchado, no sin antes beberse la leche y los dulces que los niños han dejado en sus hogares para coger fuerzas en su largo camino de regreso al lejano Oriente.

Vídeo | Así ha sido el desembarco de los Reyes Magos en Palma

Vídeo | Así ha sido el desembarco de los Reyes Magos en Palma B. Ramon

Anecdotario

La madre que no dejó a su hijo traer un paraguas para recoger caramelos

David tenía que intentarlo. Había escuchado que a veces los Reyes Magos tiran dulces desde el cielo, y le propuso a su madre recogerlos todos en un paraguas. La mujer se negó, y David, aunque no pudo acumular muchos caramelos, disfrutó igualmente de la Cabalgata.

La carroza de ‘Penélope Glamour’ con la música de Rosalía fue un éxito

Una de las nuevas carrozas que más gustó fue la de ‘Penélope Glamour’. Niños y jóvenes corearon ‘Despechá’, de Rosalía, al ritmo de esta Barbie ‘alocá’ que además de cantar en directo, bailaba con mucha gracia.

Alguno de los niños más pequeños se echó a llorar

Ayer casi todo fueron risas y diversión, aunque algunos de los niños más pequeños se dieron un buen susto al ver figuras como la del dragón de dos cabezas.