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Las familias del colegio Son Serra advierten: «El centro ya ha colapsado»

Los padres denuncian que la acuciante falta de espacio hace peligrar el proyecto educativo de un centro pionero y de éxito, que ofrece la opción de cursar Infantil y Primaria a la vez que los estudios elementales de música

Padres y alumnos del colegio Son Serra a la hora de entrada. Guillem Bosch

Las familias del colegio Son Serra de Palma han decidido alzar la voz ante un edificio que se ha quedado pequeño, con deficiencias en materia de seguridad y que no sirve para dar respuesta a las necesidades particulares de este centro, que se caracteriza por integrar la Educación Infantil y Primaria con las Enseñanzas Elementales de Música. La Asociación de Familias de Alumnos (AFA) advierte: «El centro ya ha colapsado».

Para las familias es urgente acometer una ampliación, además de actualizar un centro construido hace 38 años, de cuatro plantas y sin ascensor, y con numerosas deficiencias en materia de accesibilidad y seguridad.

«Los alumnos no tienen espacios para cursar las enseñanzas obligatorias ni determinadas asignaturas (especialmente Educación Física, Orquesta, Coro y Banda)». Según denuncia la AFA, que recuerda que el proyecto fue Premio Nacional de Educación el curso 2014-2015, algunas asignaturas se imparten en espacios poco adecuados, como despachos; el comedor; el aula de logopedia...

Esta falta de espacio les ha hecho tener que sacrificar el gimnasio, que en vez de ser utilizado para las sesiones de psicomotricidad y las clases de Educación Física, se usa para las enseñanzas musicales (Orquesta, Banda y Coro) al ser la única estancia con las dimensiones necesarias.

Dado que el gimnasio se usa como sala de ensayos («algo de lo que la Conselleria está enterada desde el curso pasado»), las familias solicitan que se abra una puerta de emergencia. Alertan de que la ratio de alumnos, docentes y familias es superior a la permitida; que las ventanas, situadas a más de tres metros de altura, son pequeñas; y que la única puerta que hay en toda la sala (es acceso y salida al mismo tiempo) no está a la altura del suelo y hay que subir unas escaleras para salir.

La implantación de los estudios elementales de música ha sido progresiva. Ahora mismo solo queda un grupo de 5º y uno de 6º ‘no musicales’, lo que quiere decir que unos 50 alumnos aún no se han incorporado a la banda ni a la orquesta. «Estos alumnos tendrán que recibir clases de lenguaje musical, de instrumento (colectivas e individuales), coro... y ya no cabemos ahora», denuncia la AFA, que recuerda que los alumnos de 3º ya no pueden recibir estas enseñanzas musicales por falta de espacio: «No podemos asumir 50 alumnos más sin ampliar las instalaciones», claman: «Es urgente».

El comedor también resulta insuficiente en un centro donde muchos estudiantes tienen que usar este servicio dado que entre las enseñanzas obligatorias y las de música el horario lectivo es de 8,30 a 17,30h. Tienen que hacer dos turnos y algunos alumnos han de comer en las clases (transportando la comida hasta allí) o en un porche en el patio. La cocina también es demasiado pequeña, según consta en informes de la propia Conselleria.

Mantener tutorías con el profesorado es complicado por el déficit de espacios, y ofrecer actividades extraescolares es directamente imposible, lamenta la AFA.

La lista de deficiencias expuesta por las familias incluye también la falta de presión del agua (que imposibilita usar algunos lavabos e inodoros) o las ventanas superiores de todas las aulas y salas, que fueron clausuradas por el ayuntamiento después de que algunas se cayeran (dentro de las clases). Respecto al patio (cuyo mantenimiento es responsabilidad del consistorio), recuerdan que la zona de juegos infantiles está clausurada por su mal estado («sin previsión de ninguna actuación») y no hay fuentes ni apenas zonas de sombras.

«Necesitamos soluciones de Educación y del ayuntamiento, ¿por qué no tenemos el centro que necesitamos? ¿Cuál es el criterio de la Conselleria para considerar que esto no es una prioridad? ¿Qué hemos de hacer para que se nos tenga en cuenta?», se plantean estas familias que no descartan emprender movilizaciones las próximas semanas para lograr intervenciones que permitan seguir adelante con un proyecto educativo de éxito en condiciones de calidad.

Siete años de avisos: El centro lleva desde 2015 advirtiendo de la falta de espacios

Según la documentación que la AFA ha conseguido a través del Consell Escolar, el Son Serra hace años que alerta de la necesidad de espacio de un centro con sus características. El primer aviso es del curso 2015-2016. En 2020, el ayuntamiento aprobó una modificación puntual del plan general para afrontar esa ampliación. El colegio, para adelantar, encargó un anteproyecto a Pons Estudi, despacho especializado en arquitectura escolar que señaló que así como se hizo la modificación no parece que sirva para ampliar el centro. Cinco meses después, el equipo directivo volvió a escribir a Educación y también lo hizo el Consell Escolar, advirtiendo del «inminente colapso». Sin respuesta. Al arrancar 2021, el equipo directivo se reunió con la dirección general de Planificación, que anunció que las obras empezarían en 2022. Aquel 2021 el Consell Escolar reiteró hasta dos veces la urgencia de la ampliación, lamentando que en el Plan de Infraestructuras Educativas 2016/2023 el Son Serra no aparece (sí figura en un anexo de previsiones para el periodo 2020-2027, en el puesto 35 de un total de 52). En junio de este año, dirección consiguió que Planificación contestara: hay un proyecto de baños pendiente de licitación y el proyecto de ampliación está «en fase de redacción».

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