Mucha gente paseando por las calles del centro de Palma, pero poca actividad durante la mañana dentro de las tiendas que abrieron este pasado jueves, 8 de diciembre, día festivo de apertura comercial. Quizás por la cercanía del reciente Black Friday, cuyas ventas este año han contentado a los comerciantes, o porque aún quedan dos semanas para Navidad, la realidad es que muchos establecimientos de Ciutat optaron por no levantar la barrera y las compras se produjeron a medio gas. La jornada se animó, y mucho, por la tarde, cuando zonas como es Born o Sant Miquel fueron de lo más transitado. En la plaza de Cort, el Ayuntamiento mantuvo sus puertas abiertas para permitir las visitas a su tradicional belén y que los niños depositaran las cartas en el buzón real.
Ayer al mediodía, Sant Miquel y calle Sindicat estaban llenas de gente, pero no ocurría lo mismo en los comercios abiertos, en los que hubo una afluencia desigual. Los establecimientos de franquicias aprovecharon la apertura comercial, pero la mayoría de tiendas ‘de toda la vida’ optó por no abrir.
Sí abrió El Corte Inglés, con una buena concurrencia de clientes. Los regalos navideños y la decoración de la casa fue el principal reclamo en esta jornada de compras.
La recientemente abierta tienda de plantas y decoración Fronda, en las avenidas, atendió a ciudadanos que aprovecharon el día para adquirir plantas de navidad y objetos con los que adornar sus casas en las próximas fiestas.
Las tiendas de los grandes centros comerciales como Portopi y FAN, con oferta de ocio complementaria, también abrieron ayer en su horario habitual y atrajeron a numerosos clientes.
Este jueves fue uno de los diez festivos de apertura comercial de este año fijados por el Govern. Todavía queda uno más, el próximo domingo 18 de diciembre.