La mayoría de mallorquines identifican el nombre de Luis Sitjar con el antiguo campo de fútbol del Real Mallorca situado en la barriada de es Forti de Palma en el que el club bermellón jugó hasta mediados de la primera década de este siglo antes de trasladarse al campo municipal de Son Moix.

Pero Luis Sitjar hizo más cosas además de presidir el Mallorca en una primera etapa en los años 20 y en una segunda a partir de 1943 y hasta 1946, cuando el equipo consiguió el ascenso a segunda división y se construyó el nuevo campo en terrenos de es Fortí, inaugurado el 22 de septiembre de 1945.

Luis Sitjar Castellà (Palma, 16 de agosto de 1900-21 de diciembre de 1956) además de ser conocido como dirigente deportivo, tal como señala el historiador Bartomeu Garí, también lo fue como miembro destacado de Falange Española en Porreres y por estar implicado en las ejecuciones de prisioneros políticos durante la Guerra Civil española.

Antes de militar en Falange, con el advenimiento de la Segunda República se afilió al Partido Regionalista de Mallorca y, entre 1933 y 1936, fue concejal del Ayuntamiento de Palma, aunque siguió manteniendo una importante presencia en Porreres ya que su familia era propietaria de la possessió de es Monjos y de la Alcoraira de Montuïri.

Personaje clave de la represión

En 1933 sufrió un atentado en Porreres cuando salía de la misa dominical. Cuando triunfó el golpe de estado de 1936 Sitjar se incorporó a Falange Española. En esta etapa, según el historiador Garí, Sitjar fue uno de los falangistas que se empeñó con más saña en la represión contra dirigentes sindicales hasta el punto de que el historiador ha documentado hasta 140 personas sacadas extrajudicialmente de las cárceles que fueron mayoritariamente fusiladas en Porreres.

Los reos eran ejecutados en los muros del oratorio de Santa Creu y después enterrados en fosas comunes del cementerio local, por lo que se insiste en que "dada la influencia de Sitjar en la población, tanto por su ascendiente político y económico como por su pertenencia a Falange, fue un personaje implicado en los hechos de sangre acontecidos".

El mismo historiador apunta a que "testimonialmente y con documentación fotográfica, a Lluis Sitjar se le ve con un grupo de dirigentes golpistas, que adoptaron la decisión de llevar a cabo una operación amplia de exterminio en Porreres".

Finalizada la Guerra Civil, Sitjar fue de nuevo concejal del Ayuntamiento de Palma entre 1940 y 1943, año en el que volvió a ocupar la presidencia del Mallorca hasta 1946.

Poco antes de morir el 21 de diciembre de 1956, el Mallorca decidió, el 11 de junio de 1955, rebautizar el estadio es Fortí por el de Luis Sitjar. En 2015 se puso también este nombre a una grada de animación en el estadio municipal de Son Moix.

Sitjar pasó los últimos trece años de su vida en silla de ruedas a causa de la polineuropatía que padecía.