El 17 de noviembre el local del casal y la biblioteca de Son Sardina recibieron una notificación de desahucio. Es la tercera que llega desde 2019. El ayuntamiento de Palma es consciente del problema y explicó ayer a este diario que el último aviso de desalojo fue por un «malentendido» por parte del abogado de la sucursal bancaria. «La entidad ya pidió perdón por el error y en ningún momento se va a efectuar el desahucio», aclararon desde Cort.

Según indicaron, hace más de un año que están intentando formalizar el contrato con el local, pero siempre surgen «contratiempos» en la convocatoria.

Explicaron que han tenido problemas a la hora de sacar la licitación porque la entidad bancaria entregaba mal los papeles, estaba fuera de plazo o le faltaba algún documento.

Estos son los motivos por los que se ha retrasado tanto la formalización del contrato, y no porque el Ayuntamiento esté «dejando de lado el casal», detallaron.

La espera de los vecinos de Son Sardina parece que llega a su fin, o eso alegan desde el Consistorio, que anunciaron que en la última licitación, la sucursal sí que ha presentado «de forma correcta» todos los documentos en tiempo y forma. Ahora están a la espera que en pocas semanas vaya a la junta de gobierno y se pueda formalizar el acuerdo.

El Ayuntamiento entiende que los vecinos de Son Sardina quieran una «estabilidad», y recalcaron que esto es un «trámite lento» que se «ha demorado de más» por culpa de los fallos de entrega de documentos.