Esta situado en la la calle Francesc Vidal i Sureda, en el barrio palmesano de la Bonanova, entre los números 75 y 77. Une la entrada de la histórica finca de Son Semola, de 1884, y la de un edificio de viviendas situado junto en la curva. Y solo contra este muro se han estampado durante el último año tres automóviles, derribándolo, causando graves desperfectos en todos sus elementos arquitectónicos, pared de piedra, columnas y reja de hierro forjado, destrozando la acometida de agua de Emaya y obligando una y otra vez a los vecinos a iniciar todos los trámites con la compañía de seguros para volver a levantarlo.

Hay más precedentes de sinestros en la misma curva. Hace tres años, en 2019, el autobús de la EMT de la línea 47 se empotró contra la misma pared, reduciéndola literalmente a añicos.El mismo año, otro automóvil a gran velocidad consiguió no chocar contra el muro, pero se estampó de madrugada contra el poste de electricidad de madera situado frente al bloque de viviendas del número 75, dejándolo suspendido del cableado en medio de la calle.

El pasado 13 de julio un coche a gran velocidad volvió a estamparse contra el muro B.T

Desde 2015 los vecinos reclaman sin éxito al Ayuntamiento de Palma que mejore la señalización de la curva e instale badenes para que los automóviles se vean obligados a reducir la velocidad, sobre todo por la noche, pese a que el tráfico en la calle Francesc Vidal i Sureda está limitada a 30 kilómetros por hora.

La última vez que, ya desesperados, volvieron a cursar la misma petición a Cort, fue el pasado 25 de noviembre. Después de que un coche que circulaba avelocidad excesiva se estampara contra el muro destrozándolo y rompiendo también la acometida de agua de Emaya. Esa noche el incidente hubiera podido terminar en tragedia porque un grupo de personas que salía del edificio esquivó al automóvil antes de estamparse Los dos ocupantes salieron del vehículo y se escaparon a la carrera ante la atónita mirada de los testigos.