La nueva política de recogida de basuras puerta a puerta, que la empresa municipal Emaya ha impuesto en las barriadas del extraradio de Palma, con la intención preferente de concienciar por el reciclaje, está provocando numerosas quejas entre los vecinos afectados por esta medida. Esta mañana, a primera hora, se ha descubierto que varios vecinos de la barriada de Establiments depositaron sus bolsas de basura, seguramente anoche, en una estructura metálica que está ubicada justo enfrente del centro médico de la barriada. La imagen de las bolsas repletas de desechos no podía ser más lamentable, teniendo en cuenta además el riesgo que representa para la salud pública de los pacientes que acuden, muchos de ellos enfermos, al centro de salud para ser atendidos por los médicos. De hecho, esta situación fue denunciada por el sindicato médico Simebal, que insistió en el riesgo que representa la presencia de basura en un centro sanitario, tanto para los pacientes, como para los mismos sanitarios.

Se da la circunstancia que hace pocos días los empleados de Emaya retiraron los contenedores de basura situados en la calle donde se ubica el centro de salud. Por ello, los vecinos optaron por abandonar los desechos en este lugar, donde las bolsas quedan colgadas, sin tener contacto con el suelo.

Esta nueva política de reciclaje impuesta por la empresa municipal Emaya está provocado un alud de quejas, procedentes de diferentes barriadas. Unos de los vecinos que están muy molestos son los residentes en la calle Can Sunyer, en la barriada de es Secar de la Real. El pasado lunes los empleados municipales retiraron los dos contenedores donde los residentes depositaban la basura. Es Secar de la Real es una de las barriadas del extraradio de Palma donde se desarrollará la recogida puerta a puerta. Sin embargo, los vecinos de esta calle no se beneficiarán de esta recogida, ya que Emaya les ha comunicado que el camión de basura, que hasta ahora ha circulado por este tramo sin ningún problema, no puede pasar. Esta situación obliga a los vecinos acercarse al punto verde que todavía no ha construido la empresa municipal, o buscar otros contenedores donde todavía se puede dejar las bolsas. En algunos casos la distancia que tendrá que recorrer un vecino para deshacerse de sus residuos es de cerca de un kilómetro. Los residentes no entienden la razón por la que la empresa haya decidido retirar los contenedores antes de terminar la construcción del punto verde. Esta zona donde se podrá depositar la basura todavía está en sus primeras fases de construcción y los vecinos temen que las obras no estarán terminadas hasta dentro de varias semanas. Los residentes recuerdan que en esta calle viven personas de avanzada edad, con graves problemas de movilidad, que no tienen la posibilidad de desplazarse caminando para tirar la basura hasta esta zona donde se puede depositar la bolsa con los desechos.

Una situación parecida y que también ha provocado un profundo enfado la sufren los vecinos de las barriadas de sa Garriga y de Son Sardina, donde también se realizará la recogida puerta a puerta. Se da la circunstancia que esta primera barriada cuenta con varias viviendas en zonas aisladas, donde no está previsto que el camión llegue para recoger la basura. Estos vecinos, que hasta ahora depositaban los restos en los contenedores, tendrán ahora que recorrer una distancia mucho más larga para deshacerse de la basura.