Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los transportistas prevén un «caos» por las obras del Paseo Marítimo

Advierten de que los problemas que se van a generar en el tráfico durante meses pueden desembocar en protestas del sector

Empresas de mercancías, de autocares y taxistas coinciden en pronosticar problemas. B.RAMON

«El Paseo Marítimo de Palma necesitaba ser reformado, pero no con esta reforma ni de esta manera», señala el presidente de la asociación de distribuidores de alimentos y bebidas de las islas, Bartolomé Servera, que no duda en utilizar términos como «caos» o «desastre» para calificar lo que en su opinión va a suceder a lo largo de los casi dos años durante los que se van a ejecutar las obras. Esta previsión es compartida por los presidentes de las asociaciones de transporte discrecional, Rafael Roig; de mercancías, Ezequiel Horrach, y de taxistas en PIMEM y en CAEB, Biel Moragues y Antoni Bauzá respectivamente.

Rafael Roig señala además que todas las propuestas que desde la federación balear de transportes que también preside se presentaron en su momento tanto a la Autoridad Portuaria como al Consistorio palmesano han sido desatendidas, a la vista de los contactos que se han estado manteniendo entre ambas partes, lo que hace que el desencuentro sea todavía mayor entre los empresarios del sector y ambas Administraciones.

Hay que tener en cuenta que los trabajos vinculados a la reforma de una de las principales arterias de la ciudad se iniciarán el próximo día 17, aunque las actuaciones con mayor impacto sobre el tráfico comenzarán a registrarse en enero, y se prolongarán por espacio de unos 20 meses.

El problema, según apunta Servera, es que los planes que se han hecho para paliar los problemas de tráfico, como desviarlo por la vía de cintura, «parecen elaborados por un niño de tres años desde un despacho», alegando que no se ha pensado ni en el bienestar de los residentes ni en las necesidades de las empresas de la zona.

Hay una reivindicación común en todo el sector del transporte, y es que se habiliten lugares de carga y descarga para todos sus vehículos con el fin de intentar que durante esos meses su labor sea lo menos penosa posible. Es en este punto donde surge una de las advertencias más serias por parte de Bartolomé Servera y de Ezequiel Horrach, y es que si no se adopta esa medida, las empresas distribuidoras dejarán de dar servicio a los establecimientos de la zona, que incluyen tanto hoteles como locales de restauración, comercios y ocio nocturno. En este sentido, Horrach recuerda que esta vía de protesta ya se ha aprobado para el centro de Sóller por un problema similar.

Pero no es esta la única cuestión que preocupa al sector del transporte de la isla, ya que otra es la forma en la que se va a redibujar el tráfico de la ciudad.

Para empezar, Horrach recuerda que diariamente circulan unos 300 camiones entre Porto Pi y el Moll Vell, y se pregunta si se pretende que estos vehículos den un rodeo por la Vía de Cintura.

Este factor es esgrimido por todos los representantes del sector, y es la pretensión de que este eje de circunvalación se convierta en el itinerario alternativo a un Paseo Marítimo en el que se van a reducir a dos el número de carriles en cada dirección al igual que los espacios de estacionamiento, a lo que se suman las limitaciones que se aplicarán durante las obras.

Efecto dominó

Es en relación a este tema donde todos los representantes del sector coinciden de nuevo. Tanto Antoni Bauzá como Biel Moragues recuerdan que la vía de cintura se encuentra colapsada en muchos momentos del día, y se lamenta que esta situación se vaya a ver agravada por el aumento de vehículos pesados que van a circular por ella.

De este modo, el representante de Taxis-CAEB señala que las obras en el Paseo Marítimo van a suponer un problema para todos los vehículos que procedentes de Andratx y de Calvià que tradicionalmente usan esa vía para acceder a Palma, pero también para los que llegan desde la part forana a la ciudad por ejes como la autopista de Inca y que desembocan en esa vía de circunvalación, provocando un ‘efecto dominó’ en otros puntos de la isla.

Este conjunto de problemas lleva a Rafael Roig a advertir que si no se atienden las demandas del sector a la hora de desarrollar este proyecto, puede terminar convirtiéndose en «el mayor desastre de la historia».

Compartir el artículo

stats