La Policía Local de Palma ha identificado el pasado fin de semana a una cincuentena de personas en distintos controles contra el botellón en la plaza Alexander Fleming, el polígono de Son Castelló y la barriada de Santa Catalina. Los agentes también disolvieron una gran concentración de jóvenes que presuntamente pretendían llevar a cabo carreras ilegales de coches en el polígono de Can Valero. En Son Gotleu fue arrestada una mujer que provocó un altercado en un bar, causó daños en el cuarto de baño, se levantó la camiseta, amenazó de muerte a los agentes y escupió en el interior del coche patrulla.
Los controles policiales contra el botellón se llevaron a cabo este fin de semana en la plaza Alexander Fleming, el polígono de Son Castelló y Santa Catalina. En el primer lugar fueron identificadas doce personas y se levantaron dieciocho actas: doce por gritar y causar molestias a los vecinos, dos por tenencia de droga, dos por llevar objetos peligrosos, una por orinar en la calle y otra por escalar el mobiliario urbano con peligro de caída. Este último caso fue el de un joven que se subió a una farola y de allí pasó a una caseta de la plaza, para volver a colgarse de la farola. En el polígono de Son Castelló fueron identificadas 37 personas y se levantaron 25 actas por botellón y otras dos por ensuciar la vía pública. En Santa Catalina los agentes levantaron otras 33 actas, nueve de ellas por infracciones de tráfico.
En el polígono de Can Valero se produjo una concentración de más de doscientos jóvenes con turismos, presuntamente para realizar carreras ilegales. El dispositivo de la Policía Local consiguió disolver la concentración y se mantuvieron puntos de vigilancia en este y otros polígonos, para impedir que se volvieran a reunir.
La Policía Local arrestó la noche del viernes a una mujer que provocó un altercado en un bar de Son Gotleu. La mujer de mediana edad había causado grandes daños en el cuarto de baño. Cuando llegó la patrulla policial se mostró desafiante, se levantó la camiseta y les mostró los pechos. Una vez dentro del vehículo policial, profirió amenazas de muerte y escupió contra los cristales
