El colector que recoge toda el agua pluvial de la Platja de Palma y que discurre por el subsuelo de del paseo de primera línea de la zona turística presenta «un nivel de riesgo inasumible», según se pone de manifiesto en un informe encargado por la Empresa Municipal d’Aigües i Clavegueram (Emaya) a la empresa de ingenieria Applus.
Según este informe en la canalización subterránea también denominada CAZ, ejecutada en los años 90 junto con el paseo de primera línea por el ministerio de Obras Públicas dirigido por el entonces ministro Josep Borrell, se ha comprobado que en varios tramos de esta canalización «se ha alcanzado un estado muy avanzado de degradación de las armaduras, e incluso del propio hormigón, con barras principales al descubierto, con la superficie muy oxidada, y perdidas de fragmentos de hormigón».
Por ello, entre otras medidas de precaución dada la situación «muy precaria que presentan estos elementos», se ha procedido a la prohibición de la circulación de vehículos sobre varios tramos de la galería situados junto a los balnearios 10, 12 y 14.
Paralelamente, en la junta de gobierno celebrada esta semana se ha aprobado un proyecto de reparación de esta infraestructura hidráulica con un coste de 5,8 millones, que será ejecutado por el área de Infraestructuras del Ayuntamiento, puesto que los trabajos necesarios van más allá que los de mantenimiento a cargo de Emaya.
Esta canalización se construyó con el fin de encauzar las aguas pluviales y concentrar su vertido en solo tres puntos de la Platja de Palma.
Consiste en una galería denominada CAZ que transcurre bajo el paseo de primera línea. Tiene una estructura rectangular de 3,95 kilómetros de longitud que discurre entre los torrentes dels Jueus y de sa Síquia. La galería está formada por un marco de hormigón armado compuesto por una losa inferior, muros y losa superior, con una sección de entre 3,50 y 3,00 metros de ancho por dos de alto.
Entre otros trabajos, se debe reconstruir la losa superior, varios tramos de la inferior, además de proceder a solventar varias patologías puntuales y aplicar un gunitado en toda la canalización de 7,5 centímetros de espesor.
Emaya limpió el CAZ por primera vez desde su construcción en 2016
La Empresa Municipal d’Aigües i Clavegueram (Emaya) limpió el CAZ de recogida de aguas pluviales de la Platja de Palma por primera vez desde su construcción por el Gobierno central en 2016, dos décadas después se su puesta en funcionamiento.
A lo largo de estos años se habían acumulado lodos y arenas que, a menudo, tras lluvias intensas, provocaban episodios de contaminación en la playa. En una primera fase se limpiaron 2,3 kilómetros de los casi 4 que tiene la canalización, lo que supuso un gasto de 118.000 euros.
Posteriormente, en 2017 se intervino nuevamente para modificar las tres salidas de agua al mar con el fin de evitar reflujos y realizar una serie de reparaciones en armaduras de la estructura que habían perdido su recubrimiento, por un importe de 790.000 euros.
