El PP de Palma criticó ayer, una vez finalizado el pleno extraordinario forzado por concejales de este grupo y Ciudadanos que el alcalde, José Hila, y la teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, «jueguen al Monopoly» con el urbanismo de Palma, por su negativa a paralizar la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La formación conservadora lamentó que el primer edil y su equipo de gobierno «hayan optado por dar la espalda, una vez más, a los palmesanos». Esta afirmación se basa en el hecho de que el Plan General «tiene en contra a asociaciones, administraciones e informes técnicos» que ha calificado de «demoledores». Los conservadores recuerdan que por sus características e incidencia en la ciudad el PGOU «es un documento de suma relevancia, pues dibuja el modelo de ciudad para los próximos 20 años». Por ello, consideran que para que un proyecto urbanístico de este calado tenga éxito «debe sobrevivir a los cambios ideológicos». En opinión de este partido, «la realidad del Plan General esbozado por la izquierda es que no es un proyecto de consenso», puesto que «no se ha dialogado con la oposición ni con las entidades a las que, de una forma u otra, afecta el PGOU». Consideran que se trata de «un documento envuelto en el oscurantismo que Hila y su equipo de gobierno se han negado a compartir o negociar». Afirman asimismo que la propuesta de nuevo planeamiento «no solo cuenta con la oposición de asociaciones de vecinos, comerciantes, colegios profesionales y administraciones supramunicipales, sino que también tiene en contra informes técnicos como el de Carreteras del Consell o el de Recursos Hídricos del Govern». No hay constancia del informe de Ordenación del Territorio ni del de Patrimonio del Consell de Mallorca. Además, pese a que se ha solicitado varias veces, el PP no ha tenido acceso tampoco a los informes internos del propio Ayuntamiento.