La Empresa Municipal d’Aigües i Clavegueram (Emaya) ha invertido en los últimos cuatro años 25,5 millones de euros en la renovación de 70 kilómetros de redes de agua potable y residual en 32 barriadas de la ciudad.

Esta intervención ha permitido un ahorro de 217.000 metros cúbicos de agua que antes se perdían por las redes obsoletas, lo que equivale al consumo de un año de 2.000 personas.

En estos momentos se han finalizado un total de 18 proyectos de sustitución, 19 están en ejecución y otros ocho en proceso de licitación.

El teniente de alcalde de Medio Ambiente y presidente de Emaya, Ramon Perpinyà puso de manifiesto que estos 25,5 millones proceden de los recursos propios de la empresa municipal, a los que hay que añadir otros 27 millones del canon de saneamiento para la ejecución del colector interceptor y el tanque de tormentas; 9 más que se han gastado en las obras de la renovación del saneamiento de la Platja de Palma; otros 14 millones para distintos proyectos financiados por el canon de saneamiento y 16 más para de la renovación de la red de pluviales del polígono de Son Castelló.

Los proyectos anteriores suman más de 90 millones, lo que constituye la cifra de inversión más elevada de la historia de la compañía municipal, a la que hay que añadir la inversión de más de cien millones más correspondiente a la nueva depuradora de aguas residuales del Coll den Rabassa cuyas obras, según Perpinyà, están a punto de ser adjudicadas por el Gobierno central.

Entre los 18 proyectos ya finalizados destacan los ejecutados en los barrios de la Plaza de Toros, Amanecer, Coll den Rabassa, calle Oms, Francesc Vidal y calles adyacentes y la zona de Son Reus, además de la calle Mare de Déu de Montserrat, en distintas zonas delo Molinar, Son Canals y en el paseo Mallorca.

Por lo que respecta al proyecto de separación de la red de aguas residuales y pluviales de Son Castelló, que se está ejecutando en estos momentos, Perpinyà indicó que se renuevan 46.250 metros de conducciones, 25.350 de ellas de agua potable y 20.722 de alcantarillado, con una inversión de 16,5 millones.

La disminución del consumo provocó la avería de la tubería de Avingudes

La disminución del consumo de agua potable probablemente debido al fin de semana, junto con el mal estado de la tubería que es de fibrocemento, provocó la rotura de la conducción de agua potable y la fuga de grandes cantidades de líquido el pasado domingo en un tramo de las Avenidas. El presidente de Emaya, Ramón Perpinyà explicó que la avería afectada es una de las arterias de distribución de agua potable más importantes de la ciudad. Tiene un diámetro de medio metro. En condiciones normales el agua circula por esta conducción a una determinada presión, que se ve disminuida por el consumo. No obstante el fin de semana, al disminuir el consumo la presión aumentó de forma considerable provocando la rotura en una de las juntas de la tubería.