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Una verja cerrará el olivo de Cort para evitar que sea invadido por los visitantes

La concejalía de Infraestructuras del Ayuntamiento ha encargado la construcción de un cerramiento de base elíptica de hierro macizo y con forma de tambor de una altura de 94 centímetros que se instalará sobre el pretil del alcorque actual

Imagen tomada el mediodía de ayer con numerosos turistas descansando y sentados en el pretil del alcorque del olivo. J.C.

Una valla metálica de forma ovalada cerrará el olivo situado en la plaza de Cort con el fin de que este árbol monumental deje de ser invadido constantemente por los visitantes, que en el mejor de los casos se limitan a sentarse en el pretil que cierra el alcorque actual aprovechando su altura en relación al pavimento de la plaza.

Croquis de la nueva barandilla que rodeará el árbol. | AJUNTAMENT

La concejalía de Infraestructuras ha encargado la construcción de esta valla, cuya adquisición se encuentra en estos momentos en proceso de licitación, en función de un detallado estudio realizado por el arquitecto municipal Antoni Sbert Casayas.

Imagen virtual de la zona después de la actuación. | AJUNTAMENT

La propuesta parte del hecho de que el olivo de Cort es un árbol monumental declarado de interés municipal y catalogado como árbol singular por el Servicio de Protección de Especies de la conselleria de Medio Ambiente. Se trasplantó en mayo de 1998 a su emplazamiento actual de la plaza de Cort desde la finca Pedruixel·la Petit de Pollença. Este ejemplar fue donado al ayuntamiento de Palma por Jaume Batle y se calcula que tiene una edad comprendida entre los 500 y 600 años.

Se plantea la construcción de una estructura de hierro macizo, en forma de tambor y de base elíptica, con una longitud de los ejes mayor y menor, respectivamente de 5,95 y 5,33 centímetros.

Este tambor se construirá a base de dos círculos, uno inferior, que permanecerá oculto, y el superior, conectado entre ellos por 48 barras verticales del mismo material.

La altura total de esa estructura será de 94 centímetros y se dispondrá de tal manera que el eje mayor de la elipse coincidirá con la diagonal levante-poniente del alcorque, por lo que parte de ella se sitúa sobre el pavimento de adoquines de granito de la plaza.

La solución propuesta ha sido estudiada con el fin de que cumpla con una serie de requisitos, entre otros, que la protección sea «completamente inocua para el árbol, especialmente para su sistema radicular»; que su altura sea tal que no sea fácilmente traspasada, y que tenga la estabilidad suficiente para poder soportar la fuerza puntual y conjunta de fuerza ejercida por las personas.

Por lo que respecta a las condiciones de imagen, la valla debe tener un diseño que permita la menor ocultación posible del olivo, además de caracterizarse por su discreción, con el fin de que no se convierta en un elemento potente que compita visualmente con el ejemplar.

Desde su colocación en la plaza de Cort el entorno del olivo ha sufrido varias variaciones. Inicialmente, se plantó en un alcorque circular limitado por un pretil de hormigón.

Posteriormente, con la remodelación parcial de la plaza realizada entre 2005 y 2006, el alcorque se rediseñó, dándole la forma actual de planta cuadrada, en concordancia con la nueva ordenación del pavimento, y limitada por tres de sus lados por muretes de la misma piedra cuarcítica a la colocada en el nuevo pavimento.

El atractivo de este ejemplar como elemento turístico y fotográfico ha provocado las frecuentes invasiones del espacio del alcorque, hasta el punto de que se suban al árbol para fotografiarse. Por ello, en 2017 se realizó una delimitación sencilla de cuerda soportada por cuatro piquetes de hierro, con el fin de disuadir la entrada de personas.

Con anterioridad a la solución propuesta y coincidiendo con el arreglo parcial del pavimento de la plaza, en febrero de este año se realizó una prospección del sistema radicular del olivo mediante la técnica de georradar.

Como conclusión de este estudio se ha determinado que las raíces del árbol se extienden mucho más allá del espacio del alcorque y su relativa superficialidad.

Por ello, se recomienda que las medidas de protección del entorno del ejemplar que se adopten no supongan el levantamiento generalizado del terreno, estimándose que «aperturas puntuales bajo la copa o el levantamiento de franjas alejadas más allá de la proyección de la copa actual, serían más respetuosas con el árbol».

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