Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Adiós a las tardes de bingo

La Asociación de la tercera edad La Cala, en Son Cladera, puede cerrar en cualquier momento después de más de 30 años en activo uMari Carmen Bonin, vocal de la entidad, asegura que harán «lo que haga falta» para poder quedarse

4

Adiós a las tardes de bingo

Son las 16.30 y empiezan a llegar las primeras personas a La Cala, la Asociación de la Tercera Edad en Son Cladera. La primera en llegar es Paula Jurado, una de las fundadoras del club. Hace cerca de 30 años que participa en sus actividades cada tarde de cinco a ocho, de lunes a viernes, toca bingo. Pero igual esta rutina de muchos de los vecinos del barrio llega a su fin, porque La Cala, como está ocurriendo en algunos centros, podría desaparecer, entre otras cosas debido a la complicación de gestionar vía online las subvenciones y los trámites que les exigen las administraciones.

«Llevo más de 30 años viniendo cada día, pero lo que más me gusta son los fines de semana que hay clases de baile. Me lo paso muy bien», explica Jurado entre risas de sus compañeras.

Además del bingo semanal también imparten clases de baile en línea, ball de bot o sevillanas. «Los fines de semana esto se llena de gente, vienen más de 50 personas, y eso que con la covid ha bajado mucho la afluencia de personas por temor a los contagios», asegura el presidente Francisco Moral.

El centro en apenas unos minutos se llena de jubilados con ganas de pasárselo bien. Pero una de las personas que destaca nada más entrar por la puerta es María Reloid, a la que todos saludan efusivamente. Es una de las usuarias más activas dentro de la asociación, lleva 10 años en la junta y viene siempre acompañada de su hija Pepita Sánchez y se pasan las tardes en el local. «Llevo más de 15 años viniendo, este centro es fabuloso para nosotras. Las personas mayores necesitamos esto, ¿qué hacemos sino? ¿Nos quedamos todo el día viendo la televisión? Al final te agobias y hay que salir», expone Reloid.

Otra de las personas más destacadas de la Asociación es Ana María Giménez, una de las fundadoras que lleva desde los inicios participando siempre en las actividades. Cuenta que se quedó lesionada a una edad muy temprana y su marido le acompañaba cada tarde a jugar juntos al bingo, pero ahora que él ya no está, sigue haciéndolo junto a unas amigas del barrio, Paula Jurado y Juana Ana Company, que siempre que pueden comparten mesa.

Para Giménez este centro es algo fundamental en su día a día: «Esta es mi casa, yo soy inválida y si no fuera por esto estaría encerrada en mi casa porque apenas ando y gracias al club tengo a donde ir, este lugar me da vida».

Sin lugar a dudas un sitio ideal donde pasar una tarde de bingo entre amigos, como también hace Regino López junto a Antonio Jiménez.

López explica que él tiene el «récord de permanencia» en la asociación, tal es así que tiene una placa conmemorativa que le regaló hace unos años Catalina Cirer, la alcaldesa de Palma en ese momento.

Posible cierre de la Asociación

Parece una tarde tranquila en el centro de mayores, pero esto puede cambiar en cualquier momento, ya que igual les obligan a cerrar después de más de 30 años en activo.

Mari Carmen Bonin, vocal de la asociación y mano derecha del presidente, asegura que harán «lo que haga falta» para poder quedarse en el local. «Si es necesario recorrer casa por casa para recoger firmas, yo lo hago. No hay derecho que dejen a tantas personas mayores sin un sitio donde pasar el rato, es totalmente injusto».

Todos los usuarios saben que la permanencia del centro pende de un hilo, aunque por otro lado están tranquilos porque cuentan con «el gran apoyo de sus vecinos». «Todos los del barrio apoyan mucho al casal, están dispuestos a movilizarse para que vean que estamos todos a una, lo importante es que estemos unidos en esto», explicó Bonin.

Los participantes del casal tienen esperanzas de que todo se vaya a arreglar, puesto que el centro de Son Roca estuvo a punto de desaparecer hace relativamente poco, pero la Federación de Asociaciones de Personas Mayores luchó para que saliesen a flote y evitar los cierres.

«Muchos centros están desapareciendo por los trámites burocráticos vía ‘online’»

La complicación de los trámites burocráticos que exigen las administraciones vía online, está generando que muchos centros de mayores estén a punto de desaparecer y que otros ya lo hayan hecho, explicó esta semana la presidenta de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Palma, Jerónima Marqués.

«Javier de Juan, presidente del IMAS en el Consell de Mallorca, nos dijo que en dos semanas nos íbamos a reunir y ya ha pasado todo el mes de agosto y aún seguimos esperando. El Consell está más preocupado por dar 2 millones al Real Mallorca que por la gente mayor. Y por otro lado está el ayuntamiento de Palma que no hace nada y no podemos más, se está planteando hacer una manifestación grande por parte de todas las asociaciones de mayores, queremos que nos escuchen», aseguró Marqués.

Hace apenas dos meses que el centro de Gent Gran de Son Gotleu echó el cierre después de 40 años en activo, algo que según explicó Marqués, es «vergonzoso». «En las barriadas más pobres solo tienen un mísero club donde la gente mayor se puede reunir. A este paso todas las asociaciones acabarán por desaparecer».

Un claro ejemplo de lo que pretende hacer el Ayuntamiento es lo que ha ocurrido en Son Ferriol: «Han juntado a la gente joven con los mayores en un mismo espacio, dejando solamente 80 metros cuadrados para los jubilados mientras que los adolescentes tienen dos salas enormes. Este es el modelo que pretende seguir el ayuntamiento de Palma», declaró Marqués.

Compartir el artículo

stats