En los próximos cuatro años estará prohibido el uso turístico en los edificios catalogados de la ciudad, una posibilidad permitida por la moratoria aprobada en la ley turística que, como excepción, permite la autorización de 200 plazas turísticas en edificios de estas características en toda Mallorca.

Se trata de una posibilidad incluida en la moratoria de cuatro años que estipula la ley turística y que, con carácter general, prohíbe la concesión de nuevas licencias de establecimiento turístico en los próximos cuatro años.

El ayuntamiento de Palma, con el acuerdo aprobado en el pleno de ayer, no permitirá ninguna plaza turística nueva en edificios catalogados mientras dure esta moratoria autonómica. En la propuesta presentada por el área de Modelo de Ciudad se incluía el mantenimiento en Palma del 100% la moratoria de plazas contemplada en la ley turística para los próximos cuatro años, rechazando de esta forma la excepción que contemplaba la propia norma según la cual se podían permitir 200 plazas nuevas en edificios catalogados, aunque los ayuntamientos podían decidir no aplicarla.

«Este equipo de gobierno está convencido de que cabe trabajar para acabar con la masificación turística», manifestó la teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, quien recordó que las plazas no se incrementarán mientras el Consell de Mallorca realiza una regulación par reducirlas y avanzar así en el decrecimiento turístico.

Según Truyol, «el decrecimiento es imprescindible para recuperar una cierta normalidad en la ciudad, tanto por lo que se refiere a la convivencia como de modelo de ciudad», porque la «masificación turística es negativa para otros sectores económicos de la ciudad».