El Harry S. Truman, que ya estuvo en Palma en el año 2014, pertenece a la clase Nimitz, de la que ya en anteriores ocasiones hemos tenido visitas de otros buques gemelos. Fue construido en Newport News en Virginia, iniciándose en noviembre de 1993 y entrando en servicio en julio de 1998.
Tiene 332,8 metros de eslora por 40,8 de manga en la línea de flotación, aunque su manga máxima en la cubierta de vuelo es de 78 metros, un calado de 11,7 metros desplaza 103.900 toneladas a plena carga y puede llevar, unas 85 aeronaves, entre aviones y helicópteros, dependiendo de los tipos. Su tripulación está compuesta por unos 5.600 miembros, aunque es un número variable, según necesidades, desglosándose entre personal marino y personal de aviación, para su propulsión va equipado con dos reactores nucleares y cuatro turbinas de vapor capaces de dar 260.000 CV y que le imprimen velocidades superiores a los 30 nudos.
Las llegadas de este tipo de buques siempre son noticia y suelen generar gran expectación, ya que, al contrario de hace unos años, ahora no es nada habitual la visita de estos grandes y espectaculares navíos.
La relación de los portaaviones norteamericanos con la bahía de Palma viene de muy antiguo, en enero de 1952 ya nos visitó el Tarawa, siendo un acontecimiento muy sonado, ese mismo año llegó el Midway, a partir de ahí, la lista ha sido interminable: Cora Sea, Lake Champlain, Intrepid, Franklin D. Roosevelt, Forrestal, Saratoga, Independence, América, Shangri-la John F. Kennedy, Enterprise...
Seguro que muchos palmesanos recuerdan estos nombres e incluso tuvieron ocasión de visitar a alguno de ellos. Las visitas de portaaviones tuvieron su punto álgido a finales de los años ochenta. A partir de entonces empezó un declive paulatino de estas, obedeciendo a diversos motivos: por una parte, la disminución de buques de la sexta flota debido a la caída del telón de acero y a que las zonas de tensión se habían trasladado a otras regiones y por otro a la competencia de otros puertos en acoger la llegada de estos buques, influyendo posiblemente también las protestas ciudadanas. Todo ello hizo que, las visitas de este tipo de buques hayan sido muy escasas, de hecho, desde el año 2000, y aparte la escala actual, han sido siete: el George Washington en diciembre del año 2000, el Enterprise en mayo del 2001, el Theodore Roosevelt en septiembre del 2005, el Enterprise en junio del 2011, el Dwight D. Eisenhower, en julio del año 2012, el propio Harry S. Truman en abril del 2014 y finalmente el Abraham Lincoln en abril del 2019.
Junto al Harry S. Truman, ha llegado la fragata italiana Alpino.
