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Salvador Bonet: «He perdido mi condición de ‘calatraví’ a los 59 años»

El histórico activista del barrio de sa Calatrava, Salvador Bonet, debe abandonar su casa después de toda una vida

Salvador Bonet en la fuente de la plaza Sant Jeroni. | PAULA DARDER

Salvador Bonet se define como un calatraví de los de siempre, puesto que nació en el número uno de la plaza de Sant Jeroni, lugar que él define como «la joya de la corona», además de ser el hijo del custodio de la Sapiència, Guillem Bonet i Vidal.

De aquí unos días serán las fiestas de su Calatrava, mon amour, así la llama en su poema. Sin embargo, esta vez no serán las mismas, dado que aquel que es «la voz cantante y animador de motu proprio», tal y como afirma él mismo, no se encuentra con el entusiasmo necesario para organizarlas.

Meses más tarde del fallecimiento de su padre, sobre las 19.00 horas de la tarde, Salvador se encontró una notificación del Patronat de l’Habitatge informándole de que debía depositar las llaves, no solo de la que fuese su vivienda durante los últimos años, sino las de sus queridas callejuelas: «Noto que el llavero me pesa menos», comenta.

En 1985, su familia se mudó a una casa de alquiler en la Porta del Mar, cedida por Cort a causa de la expropiación de su propiedad por la reforma pública en sa Gerreria. El 30 de junio tuvo que abandonar su domicilio al ser su padre el titular de la cesión y tener otra propiedad abandonada en s’Alqueria Blanca que «no se reforma desde 1836», según comenta Salvador.

Ahora, ha recogido toda su vida y la de su familia en bolsas que están repartidas entre su club d’esplai y una vivienda que se encuentra a 50 kilómetros del «kilómetro 0 de su vida».

Salvador pide a las instituciones públicas que tengan en cuenta la función que el cumple dentro de la barriada: «Predicáis desde vuestro púlpito político la participación ciudadana y la rehabilitación de barrios, pero cuando alguien lo hace toda la vida voluntariamente no tiene ningún valor. Creo que se debería hacer una excepción». Asimismo, lamenta que aquel que le sustituya «no hará barrio» como él lo hace.

Su labor social

Este 'boy scout' es conocido en sa Calatrava por sus acciones sociales y solidarias dentro de su barrio.

A sus 16 años ayudaba a su padre con la gente que llegaba a la Sapiència en busca de cobijo, años después trabajó por primera vez en el albergue de Can Pere Antoni. Una vez acabado el servicio militar siguió sus labores sociales en el Hospital de Nit.

Además de participante en varias protestas colectivas como la de Estado de emergencia para la miseria o parc sí, parking no, cofundó el club d’esplai de sa Calatrava. Este centro ayuda a la cohesión entre niños desfavorecidos bajo los siguientes lemas: «Amor a la naturaleza, apertura a los demás, amor al barrio, a Mallorca y al mundo, compartir y respeto, ser mejores cada día, ser ciudadanos del mundo y trabajar por la paz».

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