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Palmario

Palmario | Los derechos no se negocian, se ejercen o se hacen cumplir

Imma Mayol y Neus Truyol en el pleno del jueves. J. C.

Desde al menos la década de los noventa del siglo pasado los palmesanos oyen la misma cantinela por parte de los bares, restaurantes y locales de ocio que hacen la vida imposible a los vecinos por el ruido que generan tanto sus establecimientos como por las personas que acuden a ellos y permanecen en la zona hasta altas horas de la noche. Los empresarios siempre dicen que ellos no tienen la culpa del ruido de sus clientes e instan a la Policía Local a que ponga orden. Pues bien, lo anterior no es más que una falacia, puesto que desde la primera declaración de sa Llonja como zona acústicamente contaminada los tribunanes han fallado una y otra vez que, por encima del derecho a la libertad de empresa, están los derechos fundamentales al descanso, a la inviolabilidad del domicilio y a la salud. Por ello, los tribunales, cuando el Ayuntamiento ha hecho las cosas bien, que no ha sido siempre, le han dado la razón en cualquiera de las limitaciones impuestas a los locales ya sea horarias o de otro tipo con el fin de salvaguardar los derechos de los vecinos. Por cierto, ahora que se vuelve a insistir en la necesidad de alcanzar acuerdos para la convivencia entre vecinos y establecimientos, cabe recordar la máxima de los antiguos dirigentes de sa Llonja basada en algo tan sencillo como «los derechos fundamentales no se negocian, se ejercen y, por parte de las autoridades, se hacen cumplir».

El abrazo de Imma Mayol y Neus Truyol al finalizar el pleno del pasado jueves 

Imma Mayol, la exgerente de Emaya en el pasado mandato, se fundió en un abrazo con la actual teniente de alcalde de Modelo de Ciudad y expresidenta de esta empresa municipal, Neus Truyol, al finalizar el pleno ordinario correspondiente al pasado mes de junio. Como a Truyol la Fiscalía también pide a Mayol 4 años de cárcel por presunto delito medioambiental.

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