Han transcurrido casi tres años, y concretamente desde Septiembre de 2019, que el ayuntamiento de Palma decidió de «motu propio» el cierre de las Galerías Comerciales de la plaza Major, con el pretexto de haber rescatado el 70%, aprox., de la concesión de los locales comerciales ubicados en la misma y con inexplicable olvido de que el resto, esto es el 30%, ostentan la titularidad dominical como consecuencia de haber adquirido dicha propiedad, vía notarial y subsiguiente inscripción en el Registro de la Propiedad.

El «abuso de poder» municipal, no creo que haya otro mejor calificativo para dicha maniobra, provocó el cierre de los locales de propiedad privada y -entre otros- el supermercado que prestaba buenos servicios a los usuarios próximos a dicho centro y que -desde entonces- se han visto privados de tan importante servicio alimentario.

La actitud dictatorial del Ayuntamiento provocó un cruce de acusaciones entre los propietarios afectados y la Administración Municipal, incluido ruedas de prensa que airearon el acuciante problema derivado del cese de la explotación comercial, amén de sucesivas Juntas de Propietarios del Complejo en las que «ex lege» está integrado el Ayuntamiento al ostentar un porcentaje de locales y coeficientes considerable y a cuyas reuniones nunca acudió, considerando que la Comunidad de Propietarios había sido disuelta y a tal fin resulta oportuno recordar a Cort (70%) que la Ley de Propiedad Horizontal que regula sus relaciones con el resto de propietarios (30%) no autoriza que unilateralmente pueda decidir la extinción de la Comunidad de Propietarios como gratuitamente pretendió ya que viene obligado a asumir las reglas de juego que dicha normativa establece.

Han sido múltiples las noticias publicadas en prensa denunciando la inaudita situación del cierre que se ha ido prorrogando hasta ahora y según anunció Diario de Mallorca en su edición del 4 de Octubre de 2021 Cort admite que la alternativa a las Galerías de la plaza Major y propuestas para su entorno, así los accesos a la Plaza desde La Rambla, el mal estado del ascensor que las comunica, así como la denominada Costa del Teatro, cuyos comercios son de propiedad municipal y que se encuentran cerrados y abandonados desde hace años no estará lista antes de las elecciones de 2023.

Por otra parte, la Comunidad de Propietarios del Centro Comercial, a pesar de ser el interlocutor más importante para su reestructuración y desde que se produjo el cierre de las Galerías, ha sido inexplicablemente ignorado a pesar de que resulta imprescindible el consentimiento de los propietarios que la integran habida cuenta de que la presunta reforma va a suponer la alteración sustancial de elementos comunes; es decir el Ayuntamiento pretende iniciar la casa por el tejado.

Desde que se produjo el cierre y después de haber solicitado reiteradamente entrevistas con los responsables municipales y en una sola ocasión con Alberto Jarabo, Teniente de Alcalde de Participación Ciudadana y Gobierno Interior, quien el 17 de Septiembre de 2020 (Diario de Mallorca) manifestó que «se podrá contar con un proyecto arquitectónico definido a final de año y licitar las obras en 2021» y el 15 de Marzo del corriente año con la Concejalía de Modelo de Ciudad que gestiona actualmente dicho asunto se consiguieron sólo promesas al respecto, por lo que es de la mayor evidencia que el Gobierno, liderado por José Hila, ha sido incapaz de plantear un proyecto que permitiese la supervivencia del lugar y de sus comercios.

En un Editorial de Diario de Mallorca se analizaba la insólita situación:

«Se comprueba que no es más que el reflejo de la pérdida de tiempo y una salida hacia delante de unas formaciones políticas, asentadas en Cort, incapaces de plasmar propuestas propias sobre las galerías o consolidar en proyectos concretos lo que ya han podido captar en relación a las inquietudes y aspiraciones ciudadanas sobre el lugar. La concesión de los cincuenta años de explotación del Centro comercial expiró en Septiembre 2019. Desde entonces el Ayuntamiento no ha hecho prácticamente nada. Lo lógico hubiera sido que al acabar la concesión anterior, siguiendo un calendario que era perfectamente previsible ya se hubieran definidos los nuevos usos y los proyectos a punto de licitación. Detrás de ello también afloran las grietas del pacto de gobierno y sus compartimientos de poder estancado, Podemos y Mes de un lado y el PSOE por otro».

A través de este escrito se desea poner en evidencia públicamente y para conocimiento de todos los ciudadanos el torpe e inoperante comportamiento del Ayuntamiento en aras a dar una solución a la explotación de las Galerías Comerciales y que tan graves problemas económicos está creando a un importante grupo de propietarios, y lo que es más importante a la ciudadanía en general, que se ve privada de poder utilizar unos servicios ubicados en el centro de Palma, amén de la imagen de abandono que ello está originando a los ciudadanos y a los turistas que circulan por dicha zona en donde está ubicado el centro.

Por lo indicado a través de este escrito, y recogiendo el sentir de la Comunidad de Propietarios y gran número de ciudadanos, se denuncia dicha situación que no hace sino confirmar la total ineptitud municipal para resolver el problema y anunciando que los propietarios perjudicados se reservan el derecho de exigir las pertinentes responsabilidades patrimoniales al Ayuntamiento por el «lucro cesante» que les ha supuesto no poder explotar sus correspondientes locales, con el agravante que se han visto obligados a seguir abonando al Ayuntamiento y demás entidades los impuestos derivados de sus titularidades.