Con prudencia, sin esperar una asistencia muy numerosa debido a la actual situación de contagios por covid, la Confraria de Pescadors de Palma celebró ayer por la tarde su tradicional procesión marítima de Sant Pere, su patrón, tras dos años sin haberla llevado a cabo. La barca de bou Llevant fue la encargada de portar la imagen del santo. Además, por iniciativa del nuevo rector de Santa Creu, Nadal Bernat Salas, se hizo una ofrenda floral en medio del mar en recuerdo de los fallecidos durante la pandemia.

Hacía dos años que no se organizaba esta procesión. | B. RAMON

Tras dos años sin procesión marítima, los pescadores de Palma volvieron a llevarla a cabo ayer, pero sin intención de congregar a mucha gente, a diferencia de años atrás, debido a esta séptima ola de contagios, explicó poco antes del inicio de esta celebración Domingo Bonnín, patrón mayor de la cofradía palmesana, originaria de 1350.

Otro momento de la celebración de ayer. | B. RAMON

El punto de encuentro, como siempre, fue la iglesia de Santa Creu, a las 19.30 horas, desde donde la comitiva se dirigió al muelle de pescadores. Una vez allí, la imagen de Sant Pere fue embarcada en el Llevant, una barca de pesca de 20 metros.

La procesión partió de Santa Creu hasta el muelle. | B. RAMON

Como novedad de este año, ya en alta mar, se lanzó un ramo de flores en recuerdo de las víctimas de la pandemia. Posteriormente, tras regresar a puerto, los pescadores y el resto de asistentes a la procesión pudieron disfrutar de una verbena con música.

Según comentó Bonnín, el rector de Santa Creu, con años de ejercicio dentro de la diócesis de Mallorca, se ha propuesto potenciar la fiesta y, aunque ayer no fue posible, su intención es celebrar una misa de campaña sobre el mismo muelle de pescadores el próximo año.