Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pensar, compartir...

Envejecer con libertad

Las actrices Itziar Ituño y Kiti Mánver en la ‘Casa de Papel’.

Nunca he seguido modas, ni de vestimenta, ni de música, ni de nada. Me interesé en Facebook con 6 años de retraso, cuando la mayoría lo había cambiado por Twitter y para cuando llegue a meterme en la mecánica de este último ya lo habrán suplantado ves a saber por qué nueva red.

Con las series me pasa lo mismo, así que en la era post confinamiento empecé a ver La casa de papel, de la que les supongo expertos conocedores desde hace mucho tiempo. Yo la disfruté hasta la temporada quinta, que se me atravesó.

Especialmente en la segunda temporada hay en la serie un estupendo personaje secundario: la madre de la inspectora, Mariví. Tiene la mujer un incipiente Alzheimer y su táctica de supervivencia es colocarse decenas de notitas escritas en post-it pegadas en las puertas interiores de un armario. Ni la hija se había enterado de los problemas de la madre. Ésta, a su vez, había desarrollado una desinhibición en su manera de pensar y de hablar que la convierten en un personaje dulce, ingenioso y entrañable. Una de sus notitas dice: nunca iré a vivir a una residencia. Me gusta su afirmativo categórico. La secundo.

No obstante, si trasladamos a nuestro personaje de ficción a la vida real, es probable que para las demencias seniles el lugar que más le pueda ofrecer, a partir de un cierto momento de la evolución de su enfermedad, sea precisamente una residencia en la que sea asistida por personal cualificado. Para ella probablemente sea la mejor alternativa. Para mí, en un estado avanzado y estando en su piel, querría otra solución que la eutanasia actual no contempla, por desgracia. Una carencia que no tiene ninguna pinta de enmendarse, pese a que cuando lo hablo la mayoría comparte mi opinión y que se resumiría en que si yo no dispongo de mi cabeza, no me interesa vivir.

Cada persona envejece de manera distinta. La aspiración para mi generación y en este lugar del planeta, es que la misma búsqueda de una cierta calidad de vida que hemos mantenido durante nuestra juventud y hasta ahora, la mantengamos en el futuro. Aspiramos en la medida de lo posible a gozar del máximo de salud física y de toda la mental hasta la ancianidad. Para conseguirlo es necesario tener proyectos que ilusionen y que sigan aportando a uno mismo y, si es posible, a la sociedad en la que estamos. Y con el máximo de independencia, claro.

Habrá quien quiera seguir viviendo en su casa y en las condiciones habituales, adaptando el día a día a los cambios que se puedan producir. Contando, o no, con su familia, según la cercanía de la misma y en el caso de que se tenga.

También habrá quien busque alternativas de vida en espacios de uso propio pero con servicios comunitarios. Se avanza poco en esos nuevos nichos de servicios, que podrían ser intergeneracionales. En Palma nada, de momento. Habrá que apostarlo todo a la iniciativa privada, porque por más que se reclame, en la pública, no hacen ni caso. Sus prioridades son otras. Los mayores independientes, pero previsores, parece que no venden o que no están en las expectativas electorales de quien gobierna.

Kiti Mánver es la malagueña de 69 años que encarna el personaje de Mariví en la serie. Una actriz brillante que cambió su nombre cuando, siendo una niña, partió a Madrid a buscarse la vida. Una mujer que no lo ha tenido fácil, como tantas, y que pertenece a una generación que interesa poco. Habrá que seguir luchando para defender la dignidad de quienes hemos abierto todos los caminos. Y eso que nos creíamos que el trabajo ya estaba hecho.

Compartir el artículo

stats