«Se necesita compromiso y cambios en la Administración municipal y supramunicipal para luchar de verdad hasta erradicar las pintadas vandálicas», señalan desde la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics. Para la entidad y según las conclusiones de la mesa redonda que se celebró el miércoles se hace necesario lanzar un mensaje de firmeza y confianza «porque la resignación y el escepticismo perpetúa una ciudad sucia y hostil».

Para ARCA debe haber un «reproche penal y social» y se han de abrir más vertientes de lucha contra las pintadas vandálicas.

La vicepresidenta de la entidad, Àngels Fermoselle, abrió y moderó el debate valorando los pocos avances y los muchos estancamientos que se habían producido desde el inicio de la campaña de ARCA contra las pintadas desde hace tres años. «Un paseo fotográfico por la ciudad nos hace ver que el 90% de las pintadas siguen en el mismo lugar. Como aspecto positivo ha de resaltarse que los lugares donde se han limpiado y se mantienen, no vuelvan a pintarse», señaló Fermoselle.

El regidor Ramon Perpinyà no participó en la mesa redonda por problema con su vuelo desde Madrid e intervino en su nombre el coordinador del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Palma, Nicolau Cañellas. En su intervención señaló la complejidad del problema y que por tanto la solución también ha de ser compleja. Reconoció que la facilidad que da Emaya para limpiar las fachadas particulares a dos euros el metro cuadrado no ha tenido demasiado éxito «quizá porque la gente se muestra escéptica y piensa, total volverán a pintar».

El fiscal Jaume Guasp consideró revaluar la despenalización de las conductas vandálicas y pidió la creación de equipos especializados de Policía Local. Introdujo una interesante variable, la de plantear el delito medioambiental en las pintadas vandálicas realizadas en los muros de los lechos de los torrentes a causa de la degradación química de las pinturas. Recordó que la sentencia del Supremo sobre la agresión a una escultura de Chillida clarifica la conducta penal y potencia poder trabajar esta línea como respuesta contundente y disuasoria.