La asociación de peatones Vianants Mallorca exigió ayer al ayuntamiento de Palma que no dé «ni un paso atrás» con el colectivo de motoristas, que se movilizó el pasado jueves en una multitudinaria marcha en contra de las medidas del Pla de Mobilitat. Los conductores protestaron principalmente por la norma incluida en el PMUS 2022 que plantea prohibir a las motocicletas el acceso a las zonas Acire, así como la obligatoriedad de pagar ORA, como los demás vehículos.

Vianants Mallorca alegó que dicha concentración colapsó las Avenidas de Palma y las llenó de ruido y humo. La asociación aseveró que el lema de la movilización era falso y desmintió que las motos sean un vehículo sostenible: «Generan contaminación en el aire, especialmente las de gran cilindrada y las de cuatro tiempos», aclaró la entidad.

También aseguraron que el ruido que emiten las motocicletas de gran cilindrada supera los niveles máximos recomendados por la OMS, que aconseja no exponerse a valores superiores a los 65 decibelios de día, y a los 55 dB durante la noche. En este sentido, Vianants Mallorca recordó que el ruido derivado del tráfico causa en España más de 1.000 muertes prematuras al año y unas 4.000 hospitalizaciones.

La movilidad sostenible, indicó la organización, consiste en «hacer todo lo posible para que la mayoría de los desplazamientos sean andando, en bici o en transporte público», de manera que se consiga un «consumo mínimo de combustible y el máximo beneficio en salud y calidad de vida». «Favorecer estos modos significa restringir y limitar el tráfico, motos incluidas», sentenciaron.

Por estos motivos, la asociación manifestó que «es hora de visibilizar, dar voz y espacio al peatón, el único que sí tiene derechos, los de la Carta Europea de los Derechos del Peatón, donde los moteros aparecen solo si van caminando», y pidieron a las autoridades del ayuntamiento de Palma que sean «valientes» para «quitarles los privilegios» a los conductores que «aterrorizan a los peatones y llenan las calles de miedo, ruido y humo».