Pese a que el Ayuntamiento de Palma eliminó hace ya siete meses la autorización para que las terrazas de bares y restaurantes ocuparan zonas de aparcamiento, ganando así una superficie extra ante la imposibilidad de utilizar sus espacios interiores a causa de las restricciones de la pandemia, el Paseo Marítimo seguirá igual, como si todas las restricciones no hubieran sido eliminadas en toda la ciudad y los locales no estuvieran ya utilizando sus espacios interiores con plena normalidad.
Fuentes de la Autoridad Portuaria de Baleares indicaron además que las barreras de hormigón tipo New Jersey que han eliminado un carril de circulación para entregárselo a las terrazas de los locales de ocio y restauración tampoco serán retiradas.
Estos cerramientos temporales de hormigón armado, que normalmente se utilizan para señalar obras y desvíos en las calzadas, han privado a la Avinguada Gabriel Roca de uno de sus tres carriles de circulación en sentido Portopí, en concreto desde la confluencia con Monsenyor Palmer hasta la calle de l’Aigua Dolça.
La Autoridad Portuaria de Balears explica a este diario que las barreras de hormigón se van a mantener hasta que empiecen las obras de remodelación del Paseo Marítimo, que según sus cálculos podrían empezar antes de final de año, pues ahora las propuestas presentadas para realizar los trabajos están siendo analizadas antes de su adjudicación. Las mismas fuentes señalan también que los carriles de circulación que quedarán con la reforma viaria serán en parte coincidentes con los que ahora se mantienen de forma provisional con las barreras de hormigón.
Con la reducción de carriles y con el aumento del tráfico rodado en Palma desde Semana Santa, esa zona del Paseo Marítimo sufre atascos diarios, sobre todo en horario matinal. Sin embargo, la mayoría de locales de ocio del Paseo Marítimo de la zona solo utilizan el espacio de terraza extra con el que cuentan los viernes y los fines de semana, estando estos espacios completamente vacíos durante la semana.
Las obras de reforma del Paseo Marítimo de Palma costarán 43,1 millones de euros y tendrán un plazo de ejecución de 20 meses. Se reducirán los tres y cuatro carriles por sentido existentes en la actualidad, según los tramos, a dos carriles por sentido. Se incrementarán los pasos de peatones de forma relevante, pasando de los doce actuales a los veintiséis previstos en el proyecto. A consecuencia de la reurbanización del paseo, se ha previsto una reubicación de las paradas de autobús correspondientes a las líneas existentes. Además, la reforma resultará compatible con una futura implantación de un sistema potente de transporte público tipo tranvía o bus de tránsito rápido, en plataforma compartida. El proyecto incluye también escaleras, rampas y barandillas para mejorar la conectividad del paseo con los barrios de es Jonquet y el Terreno.
