El tramo peatonal de la calle Costa i Llobera lleva incorporado a su pavimento un mensaje que solo se puede descifrar utilizando el Código Morse. Las manchas redondas del nuevo pavimento de distinto diámetro, pueden significar varias cosas: los frutos de los árboles sembrados en ella caídos y machacados en el suelo, mientras que los bancos pueden evocar a estos mismos frutos aplastados. Pero tienen también otra significación, según el arquitecto municipal que ha diseñado la intervención, Antoni Sbert: esconden un verso del poeta Costa i Llobera, titular de la calle, escrito con los puntos y rayas del Código Morse, que aquí se ha trasladado a círculos pequeños y grandes.

"Es una anécdota", advierte Sbert, para quien lo importante de la intervención realizada en estos 1.200 metros cuadrados de calle es la incorporación por primera vez del pavimento asfáltico pulido. Además, se trata de un tramo piloto con la intención de hacer extensiva en un futuro la intervención en toda la calle y darle continuidad, a través de un paso peatonal que se señalizará en la Avinguda hacia la zona peatonal de la calle Sindicat.

También se ha incorporado el denominado suelo drenante, diseñado por el ingeniero municipal Joan Afán de Ribera, que posibilitará que las raíces de los siete perales de flor sembrados en este tramo de la calle aprovechen mejor el agua de lluvia. También se han instalado bancos en forma de cilindros aplastados y una nueva iluminación. La intervención, que esta mañana ha sido visitada por el alcalde, José Hila, acompañado por la concejala de Infraestructuras, Angélica Pastor, y un grupo de alumnos del instituto vecino con sus profesoras, ha tenido un coste de 250.000 euros.