Está claro que Sant Sebastià es el patrón de la lluvia en Palma, tanto si se celebra en enero como en abril. La Diada Ciclista no se realizaba desde hacía cuatro años debido a que fue suspendida los dos anteriores a la covid, el 20 de enero de 2019 y el mismo día de la efeméride en 2020, a causa de las intensas precipitaciones. En 2021 tampoco hubo fiesta ciclista y el pasado Sant Sebastià se quedó en el aire porque la incidencia de la pandemia aún era muy elevada. Finalmente se pospuso a abril con un límite de 3.000 inscritos para evitar aglomeraciones, pero los organizadores no se imaginaban que llovería de nuevo, pese a que, como dice el refrán...

Las gotas empezaron a caer en forma de chirimiri pocos minutos después de la salida de las bicis desde las plazas de Santa Eulàlia y Cort. Cuando los participantes iban llegando al paseo del Born tras ocupar los tres carriles frente al Parc de la Mar, la lluvia era cada vez más abundante, por lo que muchas familias con niños no continuaron el recorrido hasta el Palau d’Esports de Son Moix. Tras el trayecto de unos seis kilómetros que pasaba por la Rambla, Via Roma y las calles Jesús y Salvador Dalí, los que llegaron a la meta se dispersaron de inmediato para no tener que seguir mojados, por lo que la fiesta final con la entrega de premios no se celebró.

El Institut Municipal d’Esports (IME) informó de los ganadores de la prueba lúdico-deportiva a través de las redes sociales. No era una competición para ver quién llegaba primero, como decían continuamente por los altavoces, aunque sí se premió a los grupos más numerosos. La asociación de madres y padres (Amipa) del centro público de Educación Infantil y Primaria Marian Aguiló reunió a 74 aficionados a la bici, mientras que los progenitores y niños del colegio Son Serra sumaron 60 participantes e Islas Taekwondo, 54 inscritos. Todos ellos recibieron 200 euros en cheques regalo de El Corte Inglés.

Lennon y Yoko Ono: «Paz»

Otro clásico de la Diada Ciclista de Sant Sebastià, que este año cumple su 41 edición, es que los más atrevidos se disfrazan, pero ayer solamente una pareja llamó la atención por su vestimenta y el tandem que pedaleaban. Eran Bàrbara Jaume y César Lobo en el papel de Yoko Ono y John Lennon con una bicicleta en la que podía leerse «paz» colgada de la cesta y en un lateral de la parte trasera. ¿Por Ucrania? «Paz para todo», respondió el exBeatle. No era la primera vez que se disfrazaban para este evento multitudinario en numerosas ediciones, aunque en la Diada pospuesta fueron los únicos repetidores.

La embajadora de la prueba fue la ciclista Maria Mora, quien encabezó la comitiva al inicio con un grupo de profesionales de la Federació de Ciclisme de Balears, que se encargaron de guiar a los aficionados para tratar de evitar que se desperdigasen. Hicieron lo que pudieron, aunque la lluvia se interpuso en su camino.