Palma es la única ciudad española que participa en el proyecto ARV-Climate Positive Circular Communities, una iniciativa que coordina la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega para investigar, poner en práctica y proporcionar directrices basadas en la circularidad y la optimización del consumo energético.

Por el Día Mundial de la Eficiencia Energética, que se celebró ayer, Cort remarcó que hay que apostar por la reducción del consumo y por un uso razonable de los recursos.

Esta iniciativa implica a seis ciudades europeas desde este año hasta 2025 y, en el caso de Palma, se lleva a cabo en el nuevo Distrito de Innovación de la zona de Llevant.

Las actuaciones que propone esta iniciativa tienen que ver con el impulso de la rehabilitación energética. Uno de los objetivos principales es reducir el consumo utilizando como herramientas la economía circular y la participación ciudadana.