La ejecución de los ejes cívicos de la calle Nuredduna, cuyas obras se están realizando desde el pasado mes de agosto, así como el proyectado en la calle Cotlliure ocuparon buena parte de la sesión matinal del pleno ordinario correspondiente al presente mes de febrero. Una sesión que recuperó la presencialidad y en la que solo se mantuvo la obligatoriedad de llevar mascarillas.
En relación a Nuredduna, los grupos municipales del PP, Vox y Ciudadanos, de acuerdo con la campaña Pere Garau Molt més que Nuredduna, habían presentado propuestas en las que se instaba al equipo de gobierno a que se mantenga el tráfico circular en la plaza García Orell, más conocida como plaza de las Columnas, y que se mantenga la circulación de las líneas del transporte público a través de la calle que se peatonaliza.
Los tres puntos fueron tratados conjuntamente después de las intervenciones apoyándolos que, en nombre de la Associació para la Rehabilitació dels Centres Antics (Arca), integrada en la campaña Pere Garau molt més que Nuredduna, realizó Natanael Faló Alquezar y, en nombre del Grup Balear d’Ornitología i Defensa de la Naturalesa (GOB), Maria Dolores Montilla Verd. La representante del grupo ecologista se centró más en el incremento del ruido provocado por el aumento del tráfico generado desde que se ha cerrado Nuredduna por obras, en las calles Aragó, Nicolau de Pax y adyacentes.
En su intervención, si bien Faló ya dio por hecho que Nuredduna va a ser peatonal, afirmó que, pese a que ya se ha cerrado el túnel que conectaba con las Avenidas, «todavía es posible el acceso de los autobuses de la EMT en superficie desde las Avenidas mediante un giro a la izquierda». En relación a la peatonalización de media plaza García Orell, manteniendo la circulación en la otra media y en uno de los tramos en doble sentido, Faló pidió que se «deje en paz la plaza» y que la peatonalización acabe cuando finaliza la calle.
Insistió en que no se altere el tráfico en García Orell, «porque siempre ha funcionado, en especial desde que el arquitecto municipal Federico Climent amplió generosamente las aceras y ordenó colocar adoquines, los únicos bien instalados de toda la ciudad para reducir la velocidad de tráfico».
Desde el equipo de gobierno, el teniente de alcalde de Movilidad contestó a vecinos y oposición que el eje de Nuredduna es un «compromiso adquirido por el equipo de gobierno». Además aseguró que se trata de un proyecto que se ejecuta «de acuerdo con el Plan de Movilidad Sostenible (PMUS) y recordó que todas las experiencias de peatonalizaciones, pese a su oposición inicial, han sido un éxito tanto para los vecinos como para la actividad económica».
Por su parte, en representación de la asociación de vecinos de las viviendas de Cam Redó i Camp Roig, intervinieron Lucia Navarro, Nuria Requejo y Josefina Orts para plantear su oposición a la conversión de la calle Cotlliure en peatonal mediante la aplicación del denominado urbanismo táctico.
Hicieron hincapié en los actos incívicos a los que deben enfrentarse los vecinos por parte de personas que ocupan las plazas de Cotlliure y la zona verde de Can Simonet y pusieron de manifiesto su temor a que estos problemas se desplacen a la futura calle peatonal.
