Alrededor de 1.900 personas sin techo o que viven en centros de día y residencias similares han sido empadronados en distintas dependencias municipales desde 2017.

Tal como informaron ayer la coordinadora general de Bienestar Social, Catalina Trobat, y la directora general de Población y Calidad, Delia Bento, han ayudado a realizar este trámite a una cifra similar de personas que, si bien disponen de un domicilio, tienen dificultades para empadronarse porque por las circunstancias que sea no disponen de contrato de alquiler ni de una factura que acredite el pago de suministros de agua o de electricidad.

Tanto Trobat como Bento, recordaron que el empadronamiento es un trámite que garantiza el acceso a los servicios básicos como la escolarización de los hijos, la tarjeta sanitaria y lo servicios sociales. Además, el empadronamiento también es imprescindible para acreditar el arraigo social, justificar la residencia y tramitar el reagrupación familiar.

Desde 2017 el Ayuntamiento ha reforzado los circuitos de empadronamiento y ha establecido protocolos para proteger a las personas en situación de vulnerabilidad con el fin de que nadie se quede sin poder ejercer este derecho fundamental.

Este recordatorio se realizó con motivo de la celebración, el pasado domingo, del Día Mundial de la Justicia Social.

Trobat insistió en que el empadronamiento es un derecho fundamental y que ningún propietario puede negarlo. Al respecto, insistió en que todas las personas que viven en Palma se pueden empadronar «aunque los propietarios de las viviendas en las que residen no lo permitan por temor a que esta circunstancia tenga repercusiones en Hacienda o de tipo policial. Trobat aseguró que «desde el Ayuntamiento no se contrastan los datos aportados con las administraciones sancionadoras y no fiscalizamos, ya que el padrón sirve para realizar un censo estadístico de las personas que viven en la ciudad».

Domicilios ficticios

Por su parte Delia Bento, señaló que se pueden empadronar incluso las personas que viven en albergues, asentamientos o en la calle. «Incluso disponemos de domicilios ficticios para realizar este trámite, que pueden ser direcciones de albergues, centros sociales o pisos tutelados, puesto que nadie se puede quedar sin este derecho fundamental», insistió.

Las personas con esta problemática se pueden dirigir a la OAC Social del edificio de Avingudes.