Los vecinos de Son Sardina están contrariados con los planes urbanizadores del Ayuntamiento de Palma en el barrio. Según el Plan General de Ordenación Urbanística, serían posibles dos grandes urbanizaciones que juntas duplicarían la actual población de este distrito de cerca de 2.800 habitantes.
Una de ellas, explica la presidenta de la Associació de Veïnats de Son Sardina, Agustina Fernández, se levantaría en Can Simó, un solar que está entre la calle Passatemps y la carretera de Sóller. Si se consulta el Plan, éste recoge que en total podrían construirse 418 viviendas. Según la ficha, se prevén 159 de protección oficial.
La superficie de este urbanizable es de algo más de 104.000 metros cuadrados y la capacidad máxima de población prevista para este espacio es de 1.045 habitantes. De estos 104.000 metros, la edificabilidad residencial total será de 45.330 metros cuadrados.
«Es una animalada de hormigón si sumamos la otra urbanización prevista en el Pla, la de la calle Lau», comenta. «Con estos proyectos se duplicaría la población del barrio», señala alarmada la presidenta de los vecinos. Es por ello que desde la asociación han presentado alegaciones al Plan. Incluso desde el barrio se están recogiendo firmas contra estos planes urbanizadores.
«Lo que pedimos es que se reconsideren estas urbanizaciones, que parece que están pensadas para gente que no hará vida en el pueblo; que el crecimiento no sea tan grande porque, así como está previsto, es inasumible, y que siempre sea progresivo. Tampoco queremos que los bloques de pisos [según la ficha del Plan General hay previsión de combinar plurifamiliares con unifamiliares] tengan más altura de la que tienen las casas de Son Sardina, que son de planta baja y un piso arriba», comenta Fernández. «Entendemos que Cort necesite crecer, pero queremos que nuestros jóvenes se queden en Son Sardina», señala la presidenta, que recuerda los problemas que presenta el barrio y deberían ser abordados con urgencia por Cort. «El Ayuntamiento debería dar respuesta a los problemas de movilidad que tenemos, a la necesidad de ordenar las calle, a la gran falta de equipamientos que hay, como una escoleta o un colegio más grande», señala. En el tema de los equipamientos, apunta Fernández, en el Plan «se han limitado» a prever un parking en la entrada del pueblo de unas 900 plazas «que tendrá la función de aparcamiento disuasorio de intercambio modal». Los vecinos también reclaman un plan especial para Son Sardina.
