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Cort pretende consensuar el proyecto de sa Garrigueta con vecinos y la propiedad

El Ayuntamiento ha conseguido ganar tiempo con al aplazamiento de la aprobación de la propuesta por la Comisión Balear de Medio ambiente

Sa Garrigueta Rassa lleva clausurada por orden municipal desde 2005. Manu Mielniezuk

El Ayuntamiento de Palma pretende que sea posible alcanzar un acuerdo con el Govern, los vecinos y la propiedad de la cantera de sa Garrigueta Rassa, que podría hacerse extensivo a la vecina de Can Rosselló, que permita cambiar el proyecto de restauración de estas antiguas explotaciones mineras con el fin de aminorar su impacto sobre la población en los próximos 30 años. Por el momento, el teniente de alcalde de Medio Ambiente y presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, ha conseguido «ganar tiempo» con el aplazamiento del pronunciamiento que debe realizar el pleno de la Comisión Balear de Medio Ambiente al solicitar expresamente a su presidente, Antoni Alorda, que no incluyera la aprobación del proyecto de restauración de ambas canteras en la sesión que se celebró el jueves de la semana pasada. El proyecto presentado por Terral Holding 2005 SL para sa Garrigueta Rassa, modificado para que no haya más explosiones ni extracción de material, ha sido informado favorablemente por la comisión técnica de la Comisión Balear de Medio Ambiente, aunque ya contó con el voto en contra de los representantes del Ayuntamiento de Palma, el GOB y la Federació d’Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB).

Perpinyà es consciente de que este pronunciamiento técnico a favor del proyecto presentado, aunque con modificaciones, dificulta que el pleno de la Comisión Balear de Medio Ambiente vote en contra, tal como sería el deseo de la representación municipal, con el fin de que se presentara un proyecto de restauración de menor impacto, que podría no rellenar de material toda la montaña explotada como se pretende ahora.

El teniente de alcalde insiste en que el proyecto que está en estos momentos sobre la mesa es «inasumible» puesto que supondría que la cantera seguiría activa (no para extracción sino para el acopio de material) entre 30 y 60 años más puesto que se deberían depositar en ella 221.000 toneladas aportadas por MAC Insular, empresa que en estos momentos no produce esta cantidad de escombros.

Lo anterior supondría además el paso cada tres o cuatro minutos de un camión de 20 toneladas por una carretera estrecha que discurre por las inmediaciones de núcleos urbanos habitados.

Por ello, desde el Ayuntamiento se apuesta por un proyecto de restauración que no suponga la total cobertura de la cantera, que se acompañe de la siembra de vegetación y con la posibilidad de autorizar otras actividades en la zona que se rehabilita, tal como permite la legislación .

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