Nou Llevant se transforma a golpe de ladrillo, pero el distrito sigue siendo terreno fértil en suciedad y coches abandonados. Entre los promotores con intereses en la zona hay enfado y preocupación por la mala imagen que presentan algunas calles y solares próximos a las nuevas construcciones a la hora de comercializar viviendas.

Vehículos abandonados —la mayoría de ellos sin matrícula— o directamente carbonizados dominan desde hace años las calles más alejadas de las zonas habitadas. Sin embargo, nuevas construcciones están ocupando ahora esos espacios provocando una coexistencia entre el viejo y el nuevo distrito.

Asimismo, la basura se acumula en algunos de los solares en los que todavía no han llegado las grúas. Un cartel promocional anima a los compradores a decidirse por vivir en Nou Llevant mientras los desperdicios se acumulan a muy pocos metros.

Aunque hace años el Ayuntamiento trazó calles y aceras, instaló alumbrado y plantó decenas de árboles, el entorno urbano sigue siendo poco atractivo para compradores potenciales, además teniendo en cuenta que buena parte de las viviendas pretenden ser de lujo.

Los coches abandonados afloran junto a los nuevos edificios. B. Ramon / G. Bosch

Multas de tres mil euros

Precisamente el ayuntamiento de Palma anunció esta semana que la multa por el abandono de vehículos en la calle pasará de 1.600 euros a 3.000 euros en los próximos meses, casi el doble. La edil de Seguridad Ciudadana, Joana María Adrover, reveló que en los últimos tres años se han retirado y destruido 4.000 coches abandonados.

Una empresa contratada por Cort se encarga de la retirada de los vehículos abandonados y otra se responsabiliza de la destrucción y venta del metal.