Tal como se indica en el informe hídrico que acompaña la documentación del nuevo Plan General, la ejecución de la ampliación de la capacidad de desalación podrá retrasarse o, en su caso, descartarse si se obtienen unos resultados satisfactorios en el desarrollo del proyecto de investigación para la potabilización de los recursos hídricos de las aguas subterráneas del Pla de Sant Jordi, o bien la posibilidad de obtener aprovechamientos hídricos adicionales procedentes del ullal de Son Mir y del acuífero de Xorrigo, tal como prevé el Plan Hidrológico de les Illes Balears (PHIB).

Sea como sea, la necesidad de incrementar las aportaciones de agua potable en los próximos 20 años no solo se derivan del crecimiento urbanístico previsto en el nuevo planeamiento, sino que también se debe a las previsiones del PHIB. En el estudio se recuerda que la ejecución de las medidas previstas en el mismo, como pueden ser dejar de utilizar agua salobre de los pozos del Pont d’Inca, supondrá una reducción de los recursos hídricos en 11,3 hectómetros cúbicos al año, mientras que las necesidades para hacer frente a las previsiones del Plan General son de 4,17 hectómetros cúbicos anuales. Por ello, se indica asimismo que es necesario dotar al sistema de abastecimiento con fuentes alternativas capaces de adaptarse a las condiciones del cambio climático, además de mejorar la eficiencia de la gestión de los actuales recursos.