El anuncio de que Transports de les Illes Balears (TIB) asumirá los servicios de la línea 22 de Cala Blava y del tramo de la linea 3 que llega hasta el Pla de na Tesa de Marratxí, ha provocado de nuevo la indignación entre los representantes sindicales de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) hasta el punto que han convocado una concentración en la plaza de Cort para el próximo día 27, en la que reiterarán su solicitud de dimisión del presidente, Francesc Dalmau, y del gerente, Mateu Marcús.

El comité de empresa reitera su temor de que la actual dirección está dando pasos para "desmantelar la empresa", algo que "se va cocinando poco a poco por parte del PSOE, partido que gobierna en el Ayuntamiento de Palma y en el Govern balear, para beneficiar a la empresa privada en detrimento de las concesiones públicas".

Llegan a esta conclusión después de que "no se hayan cumplido los acuerdos firmados para la desconvocatoria de la huelga de septiembre de 2020, en los que la empresa se comprometía a restablecer las líneas tal y como estaban antes de la pandemia". En su opinión, si hubieran cumplido este acuerdo "ahora no habría pasado nada de eso, ya que antes sí que se daba un buen servicio a estos núcleos".

A lo anterior se añade la subcontratación del bus y del tren turístico "y del poco empeño que están demostrando en que sea la EMT la que gestione el futuro tranvía de Palma", lo que les lleva a la conclusión "de que poco a poco están desmantelando esta empresa no teniendo ninguna intención de que vayamos creciendo".