Menores y familias de El Terreno, Cala Major y Sant Agustí carecen de espacios públicos para encontrarse, socializar y jugar. Es uno de los principales déficits detectados por el Servicio de Atención Comunitaria (SAC) de la Fundació Natzaret después de casi un año de trabajo en estos tres barrios del distrito de Ponent.
«En cuanto a los más jóvenes, vemos que no hay espacios verdes, ni puntos de encuentro para jugar. Tampoco los adultos lo tienen fácil para reunirse y detectar los puntos débiles que pueda haber en la comunidad. Nosotros les incentivamos para que se organicen, celebren asambleas y busquen puntos en común pese a las diferencias que pueda haber entre ellos porque es una zona en la que hay mucha multiculturalidad», explica Miquel Àngel Cardell, técnico del SAC.
Cardell es coautor, junto con las técnicas Joana García y Marta Vega, del informe de diagnóstico comunitario de estos tres barrios. El texto es el resultado de una serie de encuestas realizadas a los vecinos, además de un trabajo de campo para conocer sus reivindicaciones de primera mano. «Hicimos una encuesta que colgamos en nuestras redes sociales, en Facebook e Instagram. Y los vecinos contestaron y explicaron sus necesidades. Así vimos cuáles eran las más recurrentes», afirma García.
El diagnóstico comunitario, una iniciativa conveniada con el Ayuntamiento de Palma, cuenta además con la implicación de los servicios sociales del distrito. «La falta de espacios verdes y públicos donde las familias pueden acceder para tener un sitio de quedada tranquilo y seguro, es casi inexistente. Tanto El Terreno como Cala Major y Sant Agustí apenas disponen de espacios donde poder ir a pasar el día y crear una red de amistades en las que las familias puedan desarrollarse socialmente y se puedan sentir como parte de la barriada en la que viven», señala el documento.
También se incluyen una serie de «potencialidades» comunes en los tres barrios y que se refieren a su multiculturalidad, la proximidad al mar y al Castell de Bellver, o la naturaleza y tranquilidad, «excepto en la zona de plaza Gomila y Joan Miró».
El informe de diagnóstico fue presentado el pasado día 2 y entregado a Antoni Noguera, regidor de Cultura y Bienestar Social de Cort; Margalida Gayà, directora general de Infancia y Bienestar Social; y Xesca Aguiló, responsable del Centre Municipal de Serveis Socials de Ponent.
Este proyecto de intervención comunitaria se prolongará hasta octubre de 2024. En los próximos años los técnicos del SAC quieren poner el acento en dar orientación laboral en un área con una elevada tasa de paro, y también darles competencias digitales para manejarse con internet.
El SAC de la Fundació Natzaret: "Queremos crear una red social"
El Servicio de Atención Comunitaria (SAC) de la Fundació Natzaret ha desarrollado diversos talleres y actividades destinados a jóvenes y familias en paralelo a la redacción del informe de diagnóstico comunitario. «Hacían falta actividades gratuitas en el barrio, y van dirigidas a todo el mundo, no solo a familias vulnerables», indica Marta Vega, técnica del SAC.
«Organizamos talleres y actividades con la idea de crear una red social con familias, niños y jóvenes. También hemos conseguido abrir la Fundació Natzaret al barrio, que además ahora tiene un huerto comunitario», señala Joana García, también del SAC.
A lo largo del último año, los técnicos han realizado talleres de pintura, manualidades, cocina —«donde han podido adquirir nuevos conocimientos de vida saludable»— y otros para fomentar la actividad física y estimulación cognitiva.
