Los trabajadores del centro Norai, que hasta ahora se encargaba del cuidado de menores migrantes sin familia llegados a Balears, cuestionan la decisión del Consell de Mallorca de trasladar a estos chicos a otra instalación de la Part Forana. Consideran que este traslado no va a mejorar la atención de estos adolescentes, sino más bien lo contrario, los puede confundir. El Consell de Mallorca ha decidido adelantar el cierre de este centro de Son Roca después de los últimos incidentes producidos entre los internos y los vecinos. El sindicato CCOO volvió a denunciar ayer la «decisión injusta que representa este cierre», ya que supone que unos 20 empleados, contratados por la fundación que gestiona Norai, se queden sin empleo.
Los representantes sindicales de CCOO, Mario Devis y Eduardo Rodríguez, afirmaron ayer que no son precisamente los monitores y cuidadores del centro los responsable del cierre de la instalación, sino que lo atribuyen a la falta de iniciativa para adoptar las medidas necesarias, sobre todo de seguridad, que se venían reclamando. Sin negar los problemas que han surgido en el centro de menores, volvieron a reiterar el insoportable clima laboral que han sufrido los empleados, que han venido padeciendo agresiones y amenazas. Insistieron en que, pese a que no se puede atribuir la culpa del problema generado en este centro a los trabajadores, lo cierto es que son ellos los que se han quedado sin empleo. Todos los menores ya han sido reubicados a otros centros de la Part Forana y según el Consell, serán atendidos por personal más especializado, dado la problemática de estos internos.
Uno de los trabajadores señaló que estos chicos sufren una problemática muy particular, porque son menores que han llegado a España huyendo de su país, apartándose de su familia, en busca de un mejor futuro, por lo que necesitan una ayuda especial.
