Unos 415 kilómetros de guirnaldas consiguieron que Palma viviera ayer su encendido de luces de Navidad más descentralizado y desperdigado por toda la ciudad.

Tal y como pidió el Ayuntamiento, las familias se repartieron por las calles del centro para evitar aglomeraciones, y en la plaza de Cort no hubo mayor espectáculo que una proyección de luces de colores inspirada en el dadaísmo. La idea es que la gente observara la imagen durante unos minutos y continuara con el paseo; un altavoz instalado en Cort animaba cada rato a dejar paso a los demás viandantes y no aglomerarse.

En lugar de hacinarse en la plaza del Ayuntamiento, miles de familias salieron a presenciar la cuenta atrás para el encendido en varios puntos céntricos. En el Parc de la Mar, el protagonista fue el gran árbol de Navidad, y la Plaza Mayor, por su parte, recuperó su tradicional carpa. En la Avenida Alexandre Rosselló, la fachada El Corte Inglés también ofreció un espectacular desfile de luces con varios deportistas paralímpicos —Xavi Torres, Úrsula Pueyo, Joan Munar y Álex Sánchez Palomero— como invitados especiales.

A las 20:00 horas, bajo la mirada expectante de miles de asistentes y un ambiente muy festivo, se iluminaron de golpe 135 calles y 1.074 árboles decorados. Este año, la encargada del acto ha sido la Fundación Rana, una entidad sin ánimo de lucro centrada en prevenir el abuso sexual infantil.

Con motivo del encendido navideño, el Ayuntamiento ha organizado diferentes espectáculos que se llevarán a cabo este fin de semana.