Vecinos de una vivienda contigua al Maraca Club, un local de ocio nocturno ubicado en s’Escorxador, han denunciado al antiguo propietario del establecimiento por un presunto delito de falsedad en documento público para obtener la licencia de bar musical. Asimismo, recuerdan que llevan «más de 30 años» denunciando «los ruidos y molestias» que ha generado un local que durante ese tiempo ha cambiado varias veces de nombre. 

En una denuncia interpuesta ante la Policía Nacional esta semana, los vecinos aseguran que en 2007 el entonces propietario del local presentó ante el Ayuntamiento de Palma un contrato falso de arrendamiento para simular que residía en la vivienda, situada justo encima del establecimiento. Según los denunciantes, el empresario habría querido eludir de esta manera la normativa municipal que prohíbe conceder licencias a los bares con música que tengan una vivienda en el piso inmediatamente superior, salvo que esta pertenezca o esté alquilada al titular del local.

Los vecinos constataron recientemente la existencia de ese contrato de arrendamiento supuestamente falso, por lo que han denunciado los hechos a la Policía Nacional. Lamentan que el Ayuntamiento de Palma diera validez al documento y otorgara la licencia al bar sin comprobar previamente si el empresario residía realmente en la vivienda. 

De hecho, subrayan, el consistorio «sabía perfectamente» que no vivía en el inmueble porque sus funcionarios acudieron «en infinidad de ocasiones al domicilio para medir el elevado número de decibelios» procedentes del establecimiento.

Por este motivo, en un escrito enviado a la gerencia de Urbanismo, los denunciantes instan al consistorio a que revoque «inmediatamente» la licencia del Maraca Club, dando cumplimiento así a la normativa municipal. 

«Desde su apertura ha sido un foco de conflictos constante con los vecinos y comunidades de propietarios de la zona, presentando infinidad de denuncias por el comportamiento incívico de los clientes y por el ruido e incumplimiento permanente de los requisitos de obtención de la licencia de actividades por los titulares del establecimiento», subrayan en su escrito al Consistorio.

El Maraca Club genera «ruidos y vibraciones que alcanzan hasta el octavo piso», subrayan los vecinos afectados, que recuerdan que ellos viven mucho más cerca. Tanto en su denuncia a la Policía Nacional como en su escrito al Ayuntamiento, adjuntan fotos en las que se ven «los altavoces anclados en el techo».