Sin renunciar a la aplicación en un futuro más o menos inmediato de las medidas de restricción del tráfico rodado en el centro de la ciudad y la primera corona del Eixample, el alcalde de Palma, José Hila, se comprometió este miércoles con las asociaciones vecinales y de comerciantes que integran el colectivo Recuperem Palma a no hacer ninguna efectiva al menos hasta que no se haya reunido una comisión cuya creación se acordó también en esta reunión.

Los vecinos y comerciantes calificaron este encuentro de «positivo» en palabras del presidente de la asociación de Distribuidores (ADED), Bartomeu Servera, quien manifestó que en ningún caso están pidiendo al Ayuntamiento que cometa ninguna ilegalidad, sino que pretenden participar en la toma de decisiones, algo que, según afirmó, no se ha producido hasta ahora.

Jero Mayans, coportavoz de este colectivo, insistió en que no están en contra de las medidas propuestas en el programa Palma Camina, sino que lamentan que para su definición «no se haya tenido en cuenta a los vecinos y comerciantes». 

Mayans también entendió del contenido de la reunión que mientras se crea la comisión acordada no se va a aplicar ninguna de las medidas de restricción del tráfico previstas en el programa Palma Camina, por lo que afirmó que van a «dar un voto de confianza» al equipo de gobierno. Los representantes de la plataforma explicaron que habían pedido al alcalde la paralización del proyecto Palma Camina con el fin de «replantearlo y consensuarlo con los comerciantes, restauradores, mercado y vecinos»

Algo que, manifestaron, no consiguieron porque el alcalde les reiteró que este programa «sigue adelante» , porque, entre otros motivos, se debe cumplir con la ley y crear una zona de bajas emisiones en Palma antes de 2023. No obstante insistieron en que esperan que se alcance algún acuerdo sobre cuestiones que se planeen en la comisión.

El alcalde manifestó que el equipo de gobierno no renuncia a ninguna propuesta del Palma Camina

Por su parte, el alcalde reiteró que el equipo de gobierno no renuncia a ninguna de sus propuestas, porque entienden que son buenas para la ciudad, y recordó que la mayoría de ellas «no son de aplicación inmediata», como puede ser la señalización de la zona naranja que solo permitiría aparcar en el centro en las zonas que ahora no son Acire a los vecinos, o la ampliación de la ORA a la totalidad del primer arco de las Avenidas, ya que son cuestiones que se tienen que incluir en el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que se está redactando.

En relación a la aplicación inmediata o no de la ampliación del Acire de Sant Jaume en la calle Bonaire y adyacentes, que ha sido recurrida por los comerciantes, el alcalde limitó a reiterar en varias ocasiones que consideran esta medida positiva, aunque están dispuestos a hablar con vecinos y comerciantes para saber qué les preocupa y si se puede modificar algo. 

No obstante, el teniente de alcalde de Movilidad, Francesc Dalmau, confirmó posteriormente que él había entendido que no se aplicará la ampliación de este Acire al menos hasta que no se haya reunido esta comisión que se han comprometido a crear, algo que entiende que debe producirse «de forma inmediata».

Desde Cort recordaron que en la futura zona de bajas emisiones hay en estos momentos 1.171 plazas de ORA, que están ocupadas en un 80% por residentes, por lo que la rotación se produce una vez al día por plaza. Indicaron también que en Avenidas hacia dentro es la zona con más plazas de estacionamiento soterrado, con unas 6.000 unidades de rotación.