El Tribunal Supremo ha ratificado el despido de un jefe de la empresa municipal de Emaya que aprovechó un periodo de baja laboral, por un problema de salud, para irse a bailar a un local de Palma. El Supremo termina con todas las posibilidades de este empleado municipal, que pretendía que dicha decisión de la empresa fuera declarada nula, como hizo un juez de primera instancia, que incluso llegó a reconocerle su derecho a percibir una indemnización de 150.000 euros. Este empleado llevaba trabajando para Emaya casi 40 años, con un sueldo medio al mes de 4.000 euros. Ahora se ha quedado sin paga y sin indemnización.

Los hechos se sitúan en el año 2017. El jefe de sector empezó a sufrir dolores en una rodilla. Tenía dificultades para caminar y estuvo varios meses de baja.

En esa época la empresa sospechaba que había empleados que prolongaban las bajas médicas para realizar otras actividades personales. Para confirmar estas sospechas se decidió contratar los servicios de un detective privado, que realizó un seguimiento de los empleados de baja.

En el mes de enero del año siguiente, dos meses después de solicitar la baja, el detective empezó a investigar a este trabajador. Se le realizó un seguimiento y se descubrió que estaba bailando en un bar del polígono de Son Castelló. Además, no solo bailaba, sino que era él quien dirigía la actuación. Los detectives pudieron confirmar, a través de una camarera, que este local se alquilaba para impartir clases de baile. Además de dirigir al grupo de alumnos, el trabajador municipal era quien se encargaba de gestionar las clases de baile.

Los cursos se celebraban tres días por semana, siempre a la misma hora. El trabajador municipal no faltaba nunca a la cita, lo que demostraba su implicación en estas clases. Los detectives entregaron el informe a la empresa Emaya, que acordó el despido del trabajador. Se consideró que había cometido una falta muy grave.

El TSJB coincidió con esta valoración. Los jueces cuestionaron el comportamiento de este empleado de Emaya y entendieron que no se justificaba que aprovechara el periodo de baja médica para realizar estas actividades personales.

El jefe de la empresa municipal, no conforme con la decisión judicial, recurrió la sentencia ante el Supremo. Sin embargo, los jueces han vuelto a considerar que el despido disciplinario está más que justificado.