Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tras las firmas de los grafiteros de Palma

La Policía Local lleva años recopilando información sobre pintadas y colabora con otros cuerpos de seguridad para llegar a identificar a sus autores

Tras las firmas de los grafiteros

Tras las firmas de los grafiteros Bernardo Arzayus

Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Tras las firmas de los grafiteros Montse Terrasa

La Policía Local nos cita junto a la antigua sede de Gesa, repleta de grafitis, en la calle Joan Maragall. El emplazamiento tiene su explicación. Saliendo de este edificio pillaron a dos jóvenes con una libreta que contenía dibujos e investigando y comparando se pudo determinar que quien los había realizado era el mismo autor de una pintada en la muralla, lo que supone un delito contra el patrimonio.

El perfil del grafitero suele ser el de una persona joven, con estudios de Bellas Artes, Diseño gráfico o similares que lleva haciendo pintadas desde pequeño. Aunque pueda chocar que alguien que tenga esa sensibilidad artística sea capaz de agredir un muro histórico o un Bien de Interés Cultural (BIC), lo cierto es que estas personas buscan el mayor reconocimiento de sus ‘obras’ pintando en lugares visibles y, por ello, no dudan en dejar su firma en el Baluard del Príncep o en lo alto del edificio de Gesa, inmueble catalogado. Así lo explica el máximo responsable de investigar y perseguir a los grafiteros dentro de la Policía Local de Palma, que pide mantener el anonimato.

Los policías del Grupo de Investigación y Seguimiento de Denuncias (GISD) van recopilando información sobre cada grafiti e intentan establecer la conexión con otros, para llegar a identificar a su autor. Para ello es preciso hacer inspecciones oculares de cada pintada, estudiarla en profundidad y conocer cualquier mínimo detalle, colaborando con policías de otros municipios, con la Guardia Civil, la Policía Nacional o la conselleria de Medio Ambiente. Y todo se registra en una base de datos que se remonta a unos doce años atrás y que les sirve para establecer conexiones.

Este policía que investiga la autoría de los grafitis comenta que es muy difícil saber cuántos grafiteros hay en Palma. «Puede ser que estén en activo un par de meses y que después lo dejen», explica. Mientras están en activo «se repiten mucho». Cuanto más alto pinten, mayor estatus. Cuanto más manchen, más poder...

También los hay que vienen como si hicieran turismo, atraídos por la categoría que les da pintar un vagón de tren. La vía de cintura, las paredes de los cauces de torrentes, la sierra de Tramuntana... son otros ‘lienzos’ codiciados.

Entre los grafiteros hay bandas, hay rivalidad, se pisan entre ellos y tienen su firma, que el policía local experto en esta cuestión conoce y menciona, como VTP (vigila tu pared) o RZK (razakalle).

Según el Código Penal, si la pintada no afecta a un bien patrimonial, se considera una infracción y se resuelve con una sanción administrativa. Si es sobre un monumento o elemento protegido, es un delito penal y la multa es mayor.

Este policía inspecciona y documenta los grafitis en Gesa. B. ARZAYUS

Actuación policial

En este año, relacionado con los grafitis, el GISD ha realizado 49 actuaciones y ha levantado 13 actas de denuncia. Como es lógico, pillar in fraganti a quienes realizan la pintada facilita mucho su trabajo. Pero no es lo habitual. Sí ocurrió con los dos jóvenes que salían de Gesa o con otros dos menores a quienes sorprendieron pintando en la muralla y a los que también se les imputó un delito contra el patrimonio.

También los hay identificados y reincidentes. Es el caso del grafitero que pintó la estación del tren de Sóller, al que antes se había sancionado administrativamente cuatro veces. Al agredir un elemento protegido, se le imputó un delito de daños contra el patrimonio histórico. Y después se constató que había realizado unas 85 pintadas, comenta el policía local.

La regidora de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, asegura que tras verse obligados a destinar recursos y esfuerzos a controlar el virus de covid, ahora se están redirigiendo los efectivos para actuar contra las pintadas vandálicas. «Desde Emaya e Infraestructuras se está procediendo a su limpieza de la manera más rápida posible y desde la Policía Local se está haciendo la persecución con las herramientas legales que tenemos al alcance y se está ordenando el protocolo de actuación para tener muy claro cómo se tiene que actuar, en qué casos determinados y según el lugar esté hecha la pintada», señala la concejala.

Compartir el artículo

stats