La contrata de Parques y Jardines que lleva el mantenimiento del bosque de Bellver ha iniciado la tala de los casi 700 pinos afectados por la plaga de Tomicus, un insecto que afecta a los árboles, los debilita y mata. La coincidencia del inicio de estos trabajos con la señalización de una serie de ejemplares situados en la zona en la que se prevé renovar el parque de ocio existente ha causado preocupación entre los vecinos, grupos ecologistas y concejales de la oposición.
Desde la concejalía de Infraestructuras, no obstante, se asegura que se trata de dos actuaciones completamente distintas y que no tienen nada que ver, salvo que algunos de los troncos de los pinos talados se utilizarán para la realización de bancales artificiales para evitar la erosión de la tierra y parte de los restos se triturarán con el fin de incorporar esta materia orgánica al suelo del bosque.
Los árboles situados en la zona de ocio que se prevé mejorar y ampliar que han sido señalizados no van a ser talados. Desde infraestructuras afirman que precisamente han sido señalizados con el fin de preservarlos de posibles daños como consecuencia de los trabajos que se van a iniciar en breve.
Desde este departamento municipal se ha indicado asimismo que, en principio, ninguno de los casi 700 árboles que deben talarse debido a su afectación por la plaga de Tomicus o por alguna otra patología está situado en la zona de juegos que va a mejorarse con una inversión prevista de 600.000 euros.
El nuevo parque de aventuras, que ocupará 3.052 metros cuadrados y estará situado en la zona más próxima al acceso por la calle Polvorí, dispondrá de más de 20 juegos adaptados a distintas edades y distribuidos en dos zonas.
Esta actuación ha recibido las críticas de grupos ecologistas como Amics de la Terra, que ha exigido su paralización, al considerar que en Palma existen lugares más adecuados para este proyecto y que no entran en colisión con la naturaleza y con la preservación del pulmón verde de la ciudad».
