El claustro del CEIP Verge de Lluc ha denunciado que este viernes comienza un nuevo curso escolar con todo listo para recibir a los alumnos pero sin persianas, una carencia que el centro arrastra desde hace años y que a pesar de las numerosas peticiones no se ha solucionado.

"Cuentan los más viejos que hubo un tiempo en el que las ventanas de la escuela tenían persianas, pero ya nadie recuerda como eran", ironiza el claustro en un comunicado.

El equipo directivo lleva años pidiendo tanto a la Conselleria de Educación como el Ayuntamiento de Palma que alguien se haga responsable de esta situación, pero ambas instituciones "se han pasado la responsabilidad como una pelota durante mucho tiempo".

Finalmente, este verano, técnicos de el Ayuntamiento midieron las ventanas del centro de la barriada del Vivero para preparar un informe y enviarlo al Instituto de Infraestructuras Educativas (Ibisec), para que instale las persianas, pero el curso comienza sin ellas.

El claustro recalca que tener persianas es "importante" en el CEIP Verge de Lluc por la orientación de sus edificios, en los que "el sol pega de lleno en las ventanas y, aunque estas estén abiertas, siempre hay vidrio que actúa de invernadero también durante los meses de verano".

Debido a esta situación, en los meses previos y posteriores al verano, las aulas del centro superan durante semanas las temperaturas que marca la normativa de riesgos laborales, creando un ambiente caluroso que no ayuda ni a alumnos ni maestros.

"Si se quiere una educación pública, digna y de calidad, hechos como éste lo ponen en cuestión", concluyen