Casi veinte años después de que se diera a conocer un primer proyecto de la Falca Verda, ayer, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó la primera fase de lo que debe ser el pulmón del centro de la ciudad y que debe integrar el parque de sa Riera y el futuro bosque urbano del canódromo.

Lo que se aprobó ayer es la reurbanización de las calles Sínia d’en Gil y Joan Dameto para crear un paseo, para peatones y carril bici, de 12 metros de amplitud, con 130 árboles y más de 1.700 plantas, cuyo presupuesto asciende a 2.097.000 euros y que requerirá seis meses de obras, según explicó la regidora de Infraestructuras, Angélica Pastor.

La concejala remarcó la importancia de la aprobación de esta primera fase ya que supone «el inicio del proyecto de sostenibilidad más importante» de la ciudad, como es la Falca Verda, que se anunció hace veinte años, cuando Joan Fageda era alcalde de la ciudad. Desde entonces, el proyecto ha sufrido modificaciones y todavía no se ha ejecutado. 

Pastor añadió que a partir de ahora, en cuanto se disponga de financiación, se podrán licitar las obras. Su intención es ir aprobando las dos fases restantes para iniciar los trabajos de construcción antes de que acabe esta legislatura.

Plano del proyecto. Ayuntamiento de Palma

La regidora también señaló que la primera fase, la creación de este paseo, que contará con un bancal de 27 metros y que mantendrá dos zonas de aparcamiento, es la más costosa y la que más trabajo lleva, ya que se ejecutará en una superficie de 8.000 metros cuadrados, implica movimientos de tierra y la creación de muros de contención y una escollera de 5.000 metros cúbicos acabada con unos 1.000 metros cuadrados de pared en verde construida con piedra y mortero de cal

En una segunda fase de este proyecto se prevé crear un bosque urbano con un paseo y en una tercera fase la integración paisajística de la estación eléctrica.