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Emaya adquirirá este mes agua desalada para garantizar el suministro a Palma

A lo largo del primer semestre del año pasado no fue necesario adquirir líquido desalado debido a las lluvias registradas en primavera, que llenaron los embalses y recargaron los acuíferos, a lo que se unió el descenso del consumo debido a la pandemia

El año pasado los embalses se encontraban prácticamente llenos por estas fechas. | EMAYA

La Empresa Municipal d’Aigüaes i Clavegueram (Emaya) deberá adquirir al Govern líquido procedente de la desaladora de agua de mar a partir del presente mes de julio con el fin de garantizar el suministro de calidad a la ciudad.

En estos momentos aún se desconoce qué volumen de agua prodecente de la desaladora se deberá inyectar a la red de suministro, puesto que todo dependerá de la menor o mayor cantidad de lluvias que se produzcan en otoño y de si son suficientes o no para recuperar los embalses de la Serra y el líquido almacenado en los acuíferos y el que mana por las fuentes.

La decisión se adoptará debido a que en estos momentos el volumen de agua acumulada en los embalses de Cúber y del Gorg Blau representa tan solo el 38% de su capacidad, cuando el año pasado por las mismas fechas estaban al 72% debido en parte a las lluvias registradas a lo largo de la primavera de 2020, que prácticamente los llenaron, y al descenso del consumo debido a una menor actividad como consecuencia de la pandemia.

En estas circunstancias, a lo largo del primer semestre de 2020 no fue necesaria la adquisición de agua procedente de la planta desaladora que gestiona el Govern, aunque en el segundo semestre de este año, en el mes de diciembre, se adquirieron 1,34 hectómetros cúbicos de líquido desalado del total de los 2,69 que se necesitaron este mes para el suministro a la ciudad.

Entre enero y el 29 de junio del presente año Emaya ha suministrado un total de 16,10 hectómetros cúbicos de líquido, frente a los 15,73 del mismo período del año pasado, lo que representa un incremento del 2,3%, que se traduce en 370.000 hectómetros cúbicos de agua más.

Ahora un 21% del agua que se utiliza procede de pozos salobres previamente tratada por la potabilizadora

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En el mismo período de 2019 se distribuyeron 17,20 hectómetros cúbicos de líquido, de los cuales 1,91 procedían de la desaladora. En estos momentos, con datos del pasado mes de junio, el 28% del agua que se suministra a la ciudad procede de los embalses, cuando el año pasado era el 41%; un 2% se extrae de las fuentes d’en Baster y de la Vila (el 10% en 2020), y el 70% restante de los acuíferos subterráneos como s’Estremera (el 49% el año pasado). En 2020 no se utilizaba agua de los pozos salobres que es tratada previamente por la potabilizadora y ahora un 21% de la subterránea tiene esta procedencia.

Gasto de 6 millones

El Govern ha autorizado a la conselleria de Medio Ambiente poner a disposición de Emaya 6 millones procedentes del canon de saneamiento con el fin de ejecutar dos nuevos proyectos. Se trata de las obras de la nueva estación de impulsión del torrente Gros y la ejecución del colector hacia la depuradora del Coll den Rabassa, presupuestadas en 4,8 millones. A esta nueva infraestructura se añade la construcción de otra estación de impulsión en el Potitxol hasta el colector interceptor. En este caso la obra tiene un coste de 1,2 millones. La nueva estación de impulsión del torrente Gros dispondrá de una bomba con más potencia que la actual, que incrementará la capacidad y permitirá la disminución de los vertidos de aguas mixtas al mar, además de evitar la infiltración de agua salinizada en el bombeo facilitando su reutilización.

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