El hotel Artmadams ya muestra el gigantesco mural pintado por José Luis Mesas, mientras sigue a la espera de que el ayuntamiento de Palma resuelva el expediente que le abrió por realizar esta intervención artística sin permiso.
Toda la fachada del hotel en la calle Marquès de la Sènia está cubierta de los coloridos dibujos de Mesas, quien trabajó protegido por lonas. «Lo encuentro muy colorista y muy alegre, creo que es una fachada que da alegría a la zona, al lado de un chalé abandonado, un edifico blanco y alto... pues es un revitalizante y para mí es una creación artística como no hay otra en Palma», afirmaba Jaime España, propietario del hotel, mientras contemplaba este jueves la obra, que Cort llegó a paralizar por la falta de permisos. «Esperemos que a la ciudadanía le guste y que al Ayuntamiento, que dijo que dejaba un poco en stand by el tema de la sanción, pues también le guste y entienda que es una creación artística para la ciudad de Palma», añadió España.
El edificio que hoy es el hotel fue diseñado por el arquitecto Guillem Forteza, pero su propietario defiende que no tiene valor arquitectónico porque con los años se ha ido modificando, se han creado balcones nuevos y ampliado volúmenes. Además, este jueves insistió en su ofrecimiento al Ayuntamiento, que le dejen exponer el mural «y si no gusta, esto es reversible, se puede volver a pintar de blanco».
«Se hicieron obras importantes, como la capilla de Barceló y los cubos de Calatrava, pero eso costó dinero a la Administración. Esto no, esto lo he pagado yo todo, sin ninguna subvención ni ayuda de nadie», añadió España, quien calcula que el mural y el arreglo de la fachada le habrán costado más de 150.000 euros, la mayor parte en la compra de la pintura de nueve colores diferentes.
Desde la calle, el autor del mural contemplaba su obra. «Estoy hipercontento», declaró José Luis Mesas. En cuanto al conflicto con Cort, no quiso pronunciarse. «Por mi parte, si hay que ir a juicio, se irá», se limitó a decir. Ahora tiene otros proyectos, fuera de Mallorca. «Me quieren en todas partes, menos en la tierra en que nací», lamentó el artista.
El hotel abre hoy sus puertas a clientes nacionales, mientras ultima la reforma interior, con la que se ha instalado una piscina en la cuarta planta y creado una sala de exposiciones para autores jóvenes noveles, con una pantalla gigante pisable en la que se podrá ver una explicación de quién es el artista. Pero esto también está parado, según España, en manos del Ayuntamiento.
