Unas 150 personas secundaron ayer por la tarde la convocatoria de Memòria de Mallorca para protestar por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que obliga a conservar el obelisco de sa Feixina, un «mamotreto» y un «ignominioso monumento», como fue calificado durante la concentración en la plaza del Mercat. En este acto, no solo se criticó este último fallo judicial, sino que también hubo alusiones directas a ARCA, una de las entidades que presentaron recurso para reclamar la conservación del monolito.

A pocos metros de la sede del TSJB, esas cerca de 150 personas mostraron su rechazo a la sentencia que obliga a conservar el monumento y que desestima los recursos presentados por el Ayuntamiento, el Consell de Mallorca y la asociación Memòria de Mallorca. «Sa Feixina sí que tomba» fue una de las frases más pronunciadas durante esta concentración, que duró algo más de 20 minutos. Maria Antònia Oliver, presidenta de la organización convocante, explicó que el de ayer era un acto para mostrar «la indignación de cualquier ciudadano que se sienta demócrata» y reiteró que su asociación continuará recurriendo para eliminar el «mamotreto de sa Feixina», tras recordar que se erigió en homenaje al crucero Baleares que causó la muerte de civiles en la Desbandá de Málaga.

Unas 150 personas reclaman ante el TSJB el derribo del «mamotreto» de sa Feixina

Unas 150 personas reclaman ante el TSJB el derribo del «mamotreto» de sa Feixina M. Salas

Políticos y otros asistentes

En esta concentración, además de miembros de Memòria de Mallorca, participaron los regidores de Palma Antoni Noguera, Llorenç Carrió, y Alberto Jarabo; los directores generales del Govern Isabel Castro y Francesc Miralles (conseller de Cultura del Consell en la pasada legislatura), además de Marc Herrera, director general de Memoria Democrática e hijo de Oliver; Felip Munar, experto en cultura popular catalana y colaborador de este diario; el diputado Joan Mas ‘Collet’ y la recientemente elegida presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma, Maribel Alcázar, entre otros.

Maite Blázquez, nieta de un pollencí asesinado por los franquistas, fue la encargada de leer el manifiesto redactado por Memòria de Mallorca, en el que se recriminó la actuación de ARCA, por la «judicialización» de sa Feixina y también la de los jueces y la del ayuntamiento de Palma en 2010, cuando se optó por modificar el monumento y eliminar de él símbolos franquistas en vez de derribarlo. 

La concentración duró unos 20 minutos, sin ningún tipo de incidente, y finalizó con la canción ‘L’estaca’

«Este monumento ofende y hace mucho daño a mucha gente», afirmó Blázquez. «¿Por qué se antepone un falso valor patrimonial al dolor de las víctimas?», planteó a los presentes. «Continuaremos trabajando hasta la retirada de este ignominioso monumento. La Feixina sí que tomba», concluyó la lectura.

Acto seguido, Mateu ‘Xurí’ interpretó una glosa en la que advirtió: «Cuando la justicia camina, poneos a temblar» y, además, pidió «que se derribe sa Feixina y el fascismo también». 

Antes de finalizar la concentración, Maria Antònia Oliver recordó que 12 años antes ya se habían manifestado en ese mismo lugar para protestar contra la paralización de la investigación judicial de los crímenes de la Guerra Civil y la dictadura que había iniciado el juez Garzón. 

Acerca de sa Feixina, Oliver manifestó su convencimiento de que conseguirán eliminar este monumento. «El TSJB ha dado más importancia a unas piedras que a las víctimas», lamentó.

El acto de ayer en la plaza del Mercat finalizó con la canción de L’estaca, de Lluís Llach, un símbolo contra la dictadura y mientras los allí presentes coreaban «Mallorca será la tumba del fascismo».